PARÍS.- La promesa de Donald
Trump de retirar a EEUU del futuro Acuerdo Transpacífico (TPP) pone en
peligro este ambicioso tratado de libre comercio, que abarcaría el 40%
de la economía mundial.
El
TPP, promovido por EEUU durante la presidencia de Barack Obama, se
firmó en 2015 tras años de negociaciones entre 12 países con acceso al
Pacífico: EEUU, Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam -aun
sin contar con China, primera potencia asiática y segunda economía
mundial-.
Para entrar en vigor, el tratado tenía que ser ratificado por el congreso estadounidense, en manos de los republicanos.
Sin
embargo, Donald Trump, que será investido 45º presidente de EEUU el
próximo 20 de enero, anunció el lunes que en el primer día de su mandato
retirará al país del TPP, un acuerdo "terrible" que, según él, "viola"
los intereses de los trabajadores estadounidenses.
La
Administración de Obama consideraba el TPP como el mejor tratado de
libre comercio alcanzado hasta ahora, porque va más allá del tradicional
levantamiento de barreras aduaneras.
El texto incluye
levantar otro tipo de barreras al comercio y permite que los países
extranjeros puedan acceder a concursos públicos nacionales, o la
creación de normas comunes para el comercio electrónico y los servicios
financieros.
Sus promotores aseguran que estimulará la
riqueza, pero varias ONG aseguran que el TPP supone en realidad una
desregulación generalizada en beneficio exclusivo de las
multinacionales.
Muchas voces critican también un texto
que consideran peligroso para los derechos de los trabajadores, el medio
ambiente o el acceso a los medicamentos, y que supone cierto grado de
pérdida sobre la soberanía nacional.
Si Donald Trump cumple su promesa, el futuro del acuerdo parece complicado para los once países restantes.
"El
TPP sin EEUU no tendría sentido", dijo el lunes el primer ministro
japonés, Shinzo Abe. "Es imposible renegociar el TPP y, en todo caso,
eso desestabilizaría el equilibro fundamental de los intereses [de los
firmantes]", aseguró.
Cabe la posibilidad de que los
firmantes retomen el texto para intentar limar las reticencias de Trump o
que simplemente lo dejen en suspenso hasta que abandone la Casa Blanca.
Otra
opción es abandonarlo completamente y volcarse hacia la Asociación
Económica Regional Integral (RCEP), un proyecto parecido al TPP, pero
impulsado por China.
Este tratado incluye a la Asociación
de Naciones del Sudeste Asiático (Malasia, Indonesia, Brunéi, Vietnam,
Camboya, Laos, Birmania, Singapur, Tailandia y Filipinas), así como a
China, Japón, Australia, India, Corea del Sur y Nueva Zelanda.
Igual
que el TPP, el RECP tiene el objetivo de suprimir barreras aduaneras y
no aduaneras, pero es menos ambicioso en materia de desregulación.
El
tratado protege así a algunos productos del levantamiento de barreras
aduaneras y también autoriza a los países menos desarrollados a tener
más tiempo para aplicar las reglas del acuerdo.
Tras el
anuncio de Trump, un portavoz del ministerio de Exteriores chino dijo el
martes que espera ahora "resultados" en las negociaciones en curso
sobre el RECP.
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