BERLÍN.- La inmigración es un
factor para la creación de empleo en Alemania pues en la última década
ha crecido tanto el número de empresarios como de trabajadores autónomos
de origen extranjero radicados en el país, según un estudio de la
Fundación Bertelsmann.
El cómputo de autónomos que trabajan en Alemania subió de los 947.000
de 2005 a 1,3 millones en 2014, apunta ese análisis, difundido hoy por
esa fundación.
La cifra de empresarios de origen inmigrante se situó hace dos años
en 709.000, lo que supone un aumento del 25 % respecto a las
correspondientes de 2005.
Estos profesionales de origen extranjero se concentran principalmente
en los "Länder" de Baviera y Baden-Würtemberg, ambos en el sur y los
más prósperos del país, seguidos del estado federado de Hesse, en el
oeste, y de Berlín, en el este.
Se ha observado, por otro lado, una evolución en los sectores
profesionales donde se establecían, con una tendencia recesiva para la
gastronomía y hostelería -con un 28 % de ocupación en 2014, un 10 %
menos que diez años atrás-, en favor del sector servicios o la
construcción.
El número de habitantes de Alemania subió el año pasado a 81,9
millones, de los cuales alrededor de un 10 % corresponde a ciudadanos
extranjeros o con doble nacionalidad, además de la alemana.
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