NUEVA YORK.- Semanas de
ganancias por la alcantarilla en tan solo dos jornadas. Wall Street
sigue a la baja y todavía estupefacto por el voto de Reino Unido a favor
de salir de la Unión Europea (UE).
"No hay libro de instrucciones para saber qué hacer", señalaba el
consejero en EE.UU. de Cantor Fitzgerald Bill Nichols en The Wall Street
Journal.
Demasiada incertidumbre para unos mercados que aún no se han
recuperado de la peor crisis global en los últimos cuarenta años (que
por cierto desató en el parqué neoyorquino).
A los operadores no les gusta tener más preguntas que respuestas y es
el caso. Dudas sobre el futuro del liderazgo en Reino Unido, las
relaciones futuras con el bloque comunitario, el impacto en la economía y
la inversión a corto y largo plazo y la respuesta de los bancos
centrales de todo el mundo.
"Parece que queda por delante un largo camino y que desgraciadamente
las negociaciones serán duras y llenas de confusión", se lamentaba al
mismo diario económico Chris Lee, gestor en Fidelity Investments.
Desde los primeros compases de la jornada los operadores en el parqué
neoyorquino se sumaron a la oleada de ventas en las principales plazas
financieras del mundo.
Al cierre, fuertes pérdidas. El Dow Jones, principal indicador, cayó
un 1,50 %, arrastrado por la incertidumbre en los mercados mundiales.
Al otro lado del Atlántico, las grandes bolsas europeas cerraron con
fuertes pérdidas encabezadas por Milán, que cayó un 3,94 %, por delante
de Fráncfort (-3,02 %), París (-2,97 %), Londres (-2,55 %) y Madrid
(-1,83 %).
Tampoco le fue mejor al petróleo de Texas, que bajaba a 46,73
dólares, influenciado negativamente por el "Brexit" y también por la
subida del dólar, frente a la previsible caída del euro y la libra.
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