LONDRES.- La Corporación de la City de Londres, el gobierno municipal del distrito
financiero londinense, advirtió hoy de que presionará al Gobierno
británico para "preservar al máximo" la actual relación con la Unión
Europea (UE) mientras busca expandirse en los mercados de Asia.
Así se
expresó este lunes el presidente de Estrategia Política de la City of
London Corporation, Mark Boleat, quien en una rueda de prensa con la
prensa extranjera no ocultó que el "Brexit" (salida del Reino Unido de
la UE) es un duro golpe para los sectores empresarial y financiero.
“No hay duda de que habrá incertidumbre política y económica a corto plazo,
y eso no va a ser positivo para la inversión, así que afrontamos un
bache”, admitió Boleat, que, como representante de los intereses del
mundo de las finanzas, hizo una intensa campaña por la permanencia en el
referéndum del pasado 23 de junio.
Sin embargo, se mostró convencido de que la situación podrá revertirse pronto, pues considera que Londres conserva “su atractivo para los negocios”, que, según sus datos, incluyen “un buen sistema legal, la educación, la cultura o el estilo de vida”.
El Ayuntamiento de la “City” trabajará estrechamente con el Ejecutivo central, que este lunes puso en marcha un “departamento para el ‘Brexit”,
a fin de defender los intereses del sector financiero, que pasan por
“preservar al máximo la relación que tenemos con la UE”, apuntó.
Paralelamente, añadió, se redoblarán los esfuerzos para “ampliar los programas ya existentes con China y Asia”.
El representante para Europa de la Corporación, el antiguo secretario de Estado liberal-demócrata Jeremy Browne,
dijo por su parte que “no es descabellado pensar en un nuevo papel
globalizado para el Reino Unido, promoviendo el comercio con los países
europeos y con el resto del mundo”.
En su opinión, el estatus dominante de la “City” como centro financiero “no ha sido decretado por la UE”,
sino que resulta de “la evolución orgánica de la propia ciudad, de
factores como el idioma o la fortaleza de sus instituciones”.
Browne aventuró que, en todo caso, a la UE “le continuará interesando
tener un centro financiero con influencia global a su puerta”: “Podemos
llegar a una relación que sea mutuamente favorable”, predijo.
Tanto Boleat como Browne reconocieron que el “Brexit” afectará especialmente a las operaciones de compensación y liquidación del euro
y a empresas que dependen del “pasaporte” financiero europeo, que les
permite hacer transacciones en la UE desde su sede en Londres. Pero
opinaron que “quizás otras empresas saldrán beneficiadas” de la nueva
situación, y, “aunque se perderán algunos empleos, también se podrán
crear otros”.
Browne admitió que el próximo primer ministro, que sucederá a David Cameron, “tiene una tarea titánica por delante” para negociar con la UE, pues “debe conseguir el acuerdo más ventajoso sin desoír el voto de los británicos”.
Según este antiguo diputado, como la campaña a favor del “Brexit” no propuso un programa concreto, “hay margen para la interpretación”.
Boleat insistió en que el rechazo a una supuesta inmigración excesiva
“no fue el mayor factor en el voto por la salida, sino que hubo otros”,
por lo que no ve contrario al mensaje popular quedarse en el mercado
único y conservar la libertad de movimiento de trabajadores.
Los dirigentes de la Corporación explicaron que, aunque el Artículo 50 del Tratado Lisboa, que fija el procedimiento para dejar la UE, no se ha activado aún, “ya ha empezado el trabajo técnico y a nivel de funcionarios para adaptarse a la nueva situación”.
Apuntaron que la mayoría de las empresas “estaban preparadas en mayor
o menor grado, según el tipo de negocio, para la posibilidad de
‘brexit”, solo que ahora “tendrán que adaptar su enfoque a una situación
cambiante”.
Para la “City” de Londres será crucial quién será el próximo primer ministro del Reino Unido, cargo que surgirá de una elección interna en el Partido Conservador y para el que se perfila como favorito el exalcalde de Londres y abanderado del “brexit”, Boris Johnson.
Boleat y Browne rechazaron pronunciarse sobre su preferencia -también
se baraja como posible candidata la ministra del Interior, Theresa
May-, pero tienen claro el perfil que sería más ventajoso para la
“City”.
“Por una parte, debe ser alguien capaz de emprender la enorme tarea
que hay por delante, y por otra, nos vendría bien una persona con un
tono y unas políticas abiertas e internacionalistas, con una mirada
global”, dijo Browne, descartando así a posibles abogados de un
populismo patriótico.
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