WASHINGTON.- La Reserva Federal (Fed) se prepara para una nueva reunión sobre política monetaria esta semana, en la que no se espera una nueva subida de los intereses debido a la debilidad global, pero sí el compromiso mantener el ajuste gradual a lo largo del año en consonancia con los positivos datos económicos en EEUU.
El encuentro de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto
(FOMC), órgano que dirige la política monetaria, se producirá el 15 y el
16 de marzo, y a su conclusión, la presidenta de la Fed, Janet Yellen,
ofrecerá una rueda de prensa.
Los últimos indicadores sobre la economía estadounidense apuntan a
una consolidación de la mejoría en el mercado laboral, con una sólida
creación de empleo en febrero y una tasa de desempleo del 4,9 %, niveles
no vistos en EEUU desde 2008; así como un leve repunte de las
expectativas de inflación.
Igualmente, la más reciente estimación de crecimiento, el segundo
cálculo del último trimestre de 2015, mostró una tasa anualizada de
expansión del 1 %, por encima del 0,7 % calculado anteriormente.
Estas buenas perspectivas domésticas contrastan, no obstante, con un
panorama internacional más complejo y sombrío afectado por la debilidad
de la demanda global, el proceso de transición en la economía China y la
volatilidad financiera, especialmente en los mercados emergentes.
En este sentido, el número dos del Fondo Monetario Internacional
(FMI), David Lipton, insistió el miércoles en que los riesgos a la baja
son ahora "más pronunciados", y alertó de la posibilidad de que la
economía global caiga en deflación, arrastrada por la menor demanda y
los bajos precios de la energía.
Precisamente, esta semana se pudieron escuchar en Washington dos de
las corrientes que marcarán las deliberaciones internas en la sede de la
Fed en la capital estadounidense.
Por un lado, Stanley Fischer, vicepresidente del banco central,
afirmó en una conferencia el lunes pasado que se podrían estar viendo
"los primeros indicios de un aumento de la inflación", al asegurar que
EEUU se encuentra "cerca del pleno empleo".
En el informe de enero, el índice de precios al consumo (IPC) se
mantuvo estable, pero los aumentos en sectores como la vivienda y el
cuidado médico indican que las presiones inflacionarias van al alza pese
al lastre del abaratamiento de la gasolina.
La inflación anualizada lleva por debajo del objetivo de la Fed del 2
% durante 45 meses consecutivos, según los datos del Departamento de
Comercio.
Por otro, Lael Brainard, miembro de la FOMC, advirtió en un discurso
que la ralentización global aconseja apostar "por la paciencia hasta que
las perspectivas se aclaren más".
En general, los economistas esperan que la Fed vuelva a subir los
tipos de interés en junio, mientras que en diciembre pensaban que lo
haría en marzo, y argumentan para este retraso las crecientes dudas
sobre la economía global.
La estimación actual apunta a dos subidas de un cuarto de punto
porcentual durante 2016, frente a la anterior previsión de tres
incrementos.
"Dudo que veamos cuatro alzas de tipos. Dos son probables, si no
menos (...) La Fed ha apuntado que ahora es rehén de los acontecimientos
internacionales", aseguró Mohamed El-Erian, economista jefe de Allianz,
en un reciente foro en Washington.
La subida de tipos de interés en diciembre de 2015 fue la primera por
parte del banco central estadounidense en casi una década, y los
analistas se muestran preocupados por los efectos que pueda generar el
ajuste en EEUU a la vez que bancos centrales como el europeo y el
japonés ahondan en sus agresivas políticas de estímulo monetario.
Además del comunicado sobre política monetaria, la Fed también
actualizará el miércoles sus proyecciones macroeconómicas, que en
diciembre ubicó en una expansión del 2,4 % y un desempleo del 4,7 % para
el cierre de este año.
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