SAN JUAN.- El candidato a la gobernación del oficialista Partido Popular
Democrático (PPD), David Bernier, rechazó hoy la creación de una junta
federal de control que liquide el gobierno propio en Puerto Rico.
"Un mecanismo para reestructurar la deuda que liquide las instituciones
de gobierno propio del país es inaceptable", dijo el otrora ministro de
Estado ante la divulgación en el diario The New York Times de la
creación de una junta por el Congreso federal que dejaría a Puerto Rico
sin autogobierno.
Bernier rechazó las pretensiones del liderazgo republicano de Estados Unidos que, dijo, propone "el sacrifico extremo de nuestra gente como alternativa para resolver el problema de la deuda pública" ascendente a 70.000 millones de dólares.
"Un mecanismo de colaboración o asistencia al pueblo de Puerto Rico para reestructurar su deuda que liquide en la práctica las instituciones de gobierno propio del país es inaceptable", insistió Bernier.
La junta federal de control fiscal estaría integrada por componentes seleccionados por el Congreso federal para administrar las finanzas públicas, lo que devuelve a Puerto Rico a principios del siglo pasado, cuando estaba bajo el control de gobernadores estadounidenses.
Desde 1952 Puerto Rico es un Estado Libre Asociado a Estados Unidos, que lo invadió en 1898, mas ahora busca despojarlo del gobierno propio para la administración interna.
Bernier aspira, en cambio, a generar en Puerto Rico "una propuesta de acción hacia la reestructuración de la deuda en diálogo con nuestros acreedores, que brinde estabilidad al proceso de sanear nuestras finanzas".
Insistió en que la crisis exige unidad de propósito y desechar las obsesiones ideológicas o los revanchismos partidistas, ya que hay sectores del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), principal de oposición, que favorecen la junta federal.
"Los portorriqueños debemos ser actores y forjadores, y no meros espectadores de la salida de esta crisis compartida", dijo en referencia al PPD y al PNP.
Adelantó que el próximo lunes "haré una propuesta al país para en espíritu de unidad y determinación enfrentar la crisis fiscal de frente y sin miedo, y afrontar el reto de reestructurar nuestra deuda", en momentos en que Puerto Rico enfrenta una crisis fiscal.
Bernier rechazó las pretensiones del liderazgo republicano de Estados Unidos que, dijo, propone "el sacrifico extremo de nuestra gente como alternativa para resolver el problema de la deuda pública" ascendente a 70.000 millones de dólares.
"Un mecanismo de colaboración o asistencia al pueblo de Puerto Rico para reestructurar su deuda que liquide en la práctica las instituciones de gobierno propio del país es inaceptable", insistió Bernier.
La junta federal de control fiscal estaría integrada por componentes seleccionados por el Congreso federal para administrar las finanzas públicas, lo que devuelve a Puerto Rico a principios del siglo pasado, cuando estaba bajo el control de gobernadores estadounidenses.
Desde 1952 Puerto Rico es un Estado Libre Asociado a Estados Unidos, que lo invadió en 1898, mas ahora busca despojarlo del gobierno propio para la administración interna.
Bernier aspira, en cambio, a generar en Puerto Rico "una propuesta de acción hacia la reestructuración de la deuda en diálogo con nuestros acreedores, que brinde estabilidad al proceso de sanear nuestras finanzas".
Insistió en que la crisis exige unidad de propósito y desechar las obsesiones ideológicas o los revanchismos partidistas, ya que hay sectores del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), principal de oposición, que favorecen la junta federal.
"Los portorriqueños debemos ser actores y forjadores, y no meros espectadores de la salida de esta crisis compartida", dijo en referencia al PPD y al PNP.
Adelantó que el próximo lunes "haré una propuesta al país para en espíritu de unidad y determinación enfrentar la crisis fiscal de frente y sin miedo, y afrontar el reto de reestructurar nuestra deuda", en momentos en que Puerto Rico enfrenta una crisis fiscal.
Lo consideran una estocada al Estado Libre Asociado
Como la irónica "culminación" del Estado Libre Asociado (ELA) de
Puerto Rico a Estados Unidos caracterizó hoy el dirigente
independentista Juan Dalmau Ramírez ante el proyectado establecimiento
de una junta federal de control fiscal.
"La Constitución del ELA no vale el papel donde está escrita,
exhortamos al repudio total de los puertorriqueños", expresó el
secretario general del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) al
repudiar el organismo que se impulsa el Congreso de Estados Unidos.
Para Dalmau Ramírez, la "junta de control fiscal es la culminación del ELA", como tanto ha reclamado el oficialista Partido Popular Democrático (PPD), que lo defiende desde su instauración en 1952 como una forma de autonomía frente a la dominación colonial de Estados Unidos.
"Separar el tema de la crisis fiscal del tema de subordinación política es no comprender en toda su magnitud la raíz del problema", advirtió el dirigente independentista puertorriqueño.
La junta federal de control fiscal contaría con poderes cuasi absolutos sobre el gobierno electo de Puerto Rico para el manejo de las finanzas públicas, como una forma de atender la crisis fiscal y la deuda de casi 70.000 millones de dólares.
El gobierno puertorriqueño intenta negociar con sus acreedores sobre 45.000 millones de dólares de la deuda, ante lo que están renuentes los tenedores de los fondos buitres.
El mecanismo que impulsan los republicanos en el Congreso de Estados Unidos coloca a esta isla del Caribe de 3,5 millones de habitantes en una indefensión, a la vez que la retrotrae a principios del siglo pasado, cuando Washington designaba a sus gobernantes.
"El borrador establece que el gobernador tiene que reportarse cada tres meses ante la junta (de control fiscal), que goza de inmunidad en cuanto a sus determinaciones con respecto al presupuesto del país, y ni (el mandatario) ni la Legislatura pueden supervisar (sus) acciones", expresó Dalmau Ramírez, aspirante a senador por el PIP en las elecciones de noviembre próximo.
Precisó que la Constitución del ELA no vale el papel donde está escrita; desenmascarada queda la ficticia autonomía fiscal del ELA colonial de la que tanto hablaron los líderes del PPD.
"Corresponde ahora exigir con contundencia y dignidad que el Congreso se enfrente al problema político de Puerto Rico", indicó Dalmau Ramírez.
Recordó que esta situación se había anticipado, mas los líderes del oficialista PPD y el anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP) prefirieron recurrir a una rogativa en los círculos de poder en Washington.
"Como siempre, acudieron al Congreso con el lomo doblado y la mano extendida pidiendo una limosnita por el amor de Dios", ironizó el dirigente político.
Para Dalmau Ramírez, "la respuesta fue la más reciente humillación colonial".
"El establecimiento de esta junta de control federal no es para atender la crisis de Puerto Rico, es para atender los deseos de los acreedores buitres", recalcó el secretario general del PIP.
Para Dalmau Ramírez, la "junta de control fiscal es la culminación del ELA", como tanto ha reclamado el oficialista Partido Popular Democrático (PPD), que lo defiende desde su instauración en 1952 como una forma de autonomía frente a la dominación colonial de Estados Unidos.
"Separar el tema de la crisis fiscal del tema de subordinación política es no comprender en toda su magnitud la raíz del problema", advirtió el dirigente independentista puertorriqueño.
La junta federal de control fiscal contaría con poderes cuasi absolutos sobre el gobierno electo de Puerto Rico para el manejo de las finanzas públicas, como una forma de atender la crisis fiscal y la deuda de casi 70.000 millones de dólares.
El gobierno puertorriqueño intenta negociar con sus acreedores sobre 45.000 millones de dólares de la deuda, ante lo que están renuentes los tenedores de los fondos buitres.
El mecanismo que impulsan los republicanos en el Congreso de Estados Unidos coloca a esta isla del Caribe de 3,5 millones de habitantes en una indefensión, a la vez que la retrotrae a principios del siglo pasado, cuando Washington designaba a sus gobernantes.
"El borrador establece que el gobernador tiene que reportarse cada tres meses ante la junta (de control fiscal), que goza de inmunidad en cuanto a sus determinaciones con respecto al presupuesto del país, y ni (el mandatario) ni la Legislatura pueden supervisar (sus) acciones", expresó Dalmau Ramírez, aspirante a senador por el PIP en las elecciones de noviembre próximo.
Precisó que la Constitución del ELA no vale el papel donde está escrita; desenmascarada queda la ficticia autonomía fiscal del ELA colonial de la que tanto hablaron los líderes del PPD.
"Corresponde ahora exigir con contundencia y dignidad que el Congreso se enfrente al problema político de Puerto Rico", indicó Dalmau Ramírez.
Recordó que esta situación se había anticipado, mas los líderes del oficialista PPD y el anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP) prefirieron recurrir a una rogativa en los círculos de poder en Washington.
"Como siempre, acudieron al Congreso con el lomo doblado y la mano extendida pidiendo una limosnita por el amor de Dios", ironizó el dirigente político.
Para Dalmau Ramírez, "la respuesta fue la más reciente humillación colonial".
"El establecimiento de esta junta de control federal no es para atender la crisis de Puerto Rico, es para atender los deseos de los acreedores buitres", recalcó el secretario general del PIP.
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