BERLÍN.- Varios miles de
refugiados acudieron hoy en Berlín a la mayor feria de empleo organizada
hasta la fecha en Alemania para tratar de integrar en el mercado de
trabajo a los peticionarios de asilo que están llegando en masa al país.
Durante toda la jornada más de 4.000 refugiados recorrieron los 211
puestos de empresas -de firmas de seguridad a hospitales, de pymes
industriales a grandes compañías de hostelería- y centros de formación
-de formación profesional a máster-, presentándose, entregando
currículos, haciendo preguntas.
La oferta de puestos de trabajo se eleva hasta las mil plazas, según cálculos de la organización.
"En primer lugar esta feria va a contribuir a que muchos refugiados
conozcan mucho mejor el mundo laboral de esta ciudad. Van a saber de las
posibilidades de formación que hay, qué trabajos, que empresas son
representativas de esta ciudad", explicó André Hanschke, portavoz
de la Agencia Federal de Empleo (BA).
El objetivo es que se empiecen a establecer contactos entre empresas y
refugiados y que esta comunicación se prolongue en el tiempo, agregó
Hanschke.
No obstante, la misma feria evidenció los problemas que van a tener
estas potenciales relaciones laborales para consolidarse, empezando por
los problemas de idioma y los derivados de la convalidación de
titulaciones.
Algunos puestos debían recurrir a traductores improvisados para
hacerse entender, en inglés, con los peticionarios de asilo, e incluso
recurrir a los gestos y a los símbolos: muchas empresas tenían en sus
mostradores dibujos de fontaneros, enfermeros o electricistas para
representar qué empleados buscaban.
"Muchos piden un (nivel de conocimiento de alemán) B1 incluso para
unas prácticas. Esto es un desafío para nosotros porque no vamos a estar
aquí mucho tiempo y no tenemos tiempo para aprender el idioma", indicó Ahmed Baraka, un palestino que lleva ocho meses en Berlín.
Dijo sentirse "un poco decepcionado" por no haber podido encontrar
trabajo "adecuado" tras varias horas recorriendo la feria, pese a su
título de informática, su experiencia internacional y su buen nivel de
inglés.
Hanschke, por su parte, prefirió hablar más del "reto" del idioma en
lugar del "problema", pero no dudó en afirmó que el alemán "es la puerta
de entrada en el mercado laboral y en la formación".
Efei Fadi, sirio con tres meses en Berlín, afirmó que la feria estaba
"muy bien", pero con la exigencia idiomática de las empresas, mejor
sería "volver el año próximo".
"A lo mejor en seis meses o un año puedo encontrar algo. La prioridad
ahora es el idioma", aseguró este joven licenciado en Finanzas,
que explica que el reconocimiento de su título universitario sirio le
costaría "entre tres y cuatro años".
Constance Schrall, directora técnica de Instituto de Formación
Continua de la red Vivantes de centros médicos, explicó que entre
los varios centenares de refugiados que se interesaron por su oferta
educativa había "muchos médicos de Siria" que "quieren convalidar sus
títulos" académicos.
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