WASHINGTON.- El Congreso de Estados Unidos
adoptó anoche una importante ley de financiamiento de autopistas y
transporte público por un periodo de cinco años, en un consenso político
poco común y saludado por el empresariado.
La Cámara de
Representantes, dominada por los republicanos, adoptó la ley con 359
votos contra 65. El Senado, también con mayoría republicana, la aprobó
luego con 83 votos contra 16.
Falta que la ley sea promulgada ahora por el presidente Barack Obama.
"Esta
ley de cinco años, financiada plenamente, permitirá mantener y mejorar
nuestras autopistas, puentes, vías de tren y otros sistemas vitales de
transporte", dijo Paul Ryan, el nuevo presidente de la Cámara, quien
permitió aprobar este texto al posibilitar que se incluyan enmiendas.
"Esta
autorización por cinco años para las infraestructuras federales de
transportes de nuestro país mejorará nuestra competitividad mundial y
permitirá a las empresas planificar mejor el futuro, creando más empleos
y reforzando nuestra economía", comentó Thomas Donohue, presidente de
la Cámara de Comercio estadounidense.
El texto prevé la inversión
de 305.000 millones de dólares en los próximos cinco años y sin el
aumento del impuesto de la gasolina. Este impuesto, intacto desde 1993,
estaba en el centro de las negociaciones desde hace años. Algunos
demócratas impulsaban su aumento, mientras que los republicanos lo
rehusaban.
Es la primera vez en 10 años que se adopta un texto
duradero sobre el transporte. El Congreso se enfrentaba habitualmente a
la situación de cómo acceder a los créditos necesarios para la
manutención de las autopistas.
El sistema estadounidense de autopistas es responsabilidad del Estado Federal y generalmente no cobra peajes
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