jueves, 20 de agosto de 2015

Grecia sigue abocada a un camino tortuoso pese a los 86.000 millones recibidos / Luis Alcaide *

Una gran mayoría de parlamentarios ha dado el visto bueno al rescate. Lo ha hecho no a regañadientes pero sí enseñando los dientes. Los más temibles han sido los del partido del gobierno. Pocas manifestaciones de aliento para Tsipras y sí muchas condenas por su populismo provocador de la “calamitosa” situación.


El tercer res­cate, los 86.000 mi­llones de Euros en ayudas no son con­se­cuencia de un in­cre­mento del en­deu­da­miento griego. Se trata de un di­nero para re­fi­nan­ciar deudas ya con­traídas cuando go­ber­naban los dos grandes par­tidos tra­di­cio­na­les. Grecia no está in­cu­rriendo en aña­didos dé­fi­cits pre­su­pues­ta­rios que acre­cienten su deuda, lo con­trario de lo que su­cede en España. Lo trá­gico es que Grecia no ge­nera un ex­ce­dente de aho­rros con los que atender sus cuentas pen­dien­tes.

El in­forme pu­bli­cado en julio de cinco sa­bios ale­ma­nes, “Consecuencias de la crisis griega” in­cluye un voto he­te­ro­doxo que co­rres­ponde al pro­fesor Peter Bofinger, contra las po­lí­ticas de ajuste; los co­rrec­tivos apli­cados a Grecia han im­pe­dido una evo­lu­ción más po­si­tiva de su cre­ci­miento eco­nó­mico. El Eurogrupo ha sido menos exi­gente con Letonia, Portugal, Italia, Irlanda o España. En efecto, señala Bofinger re­fi­rién­dose a España:”desde 2013 el ahorro pú­blico no ha au­men­tado en tér­minos es­truc­tu­rales y los dé­fi­cits co­rrientes con­ti­núan siendo ex­ce­si­va­mente alto” (Revista Consejeros, L. Martí).

Ninguna duda de que la po­lí­tica fiscal ex­pan­siva se­guida por el go­bierno es­pañol ha sido el de­to­nante de un mayor di­na­mismo del con­sumo in­terno, que se ha con­ver­tido en el prin­cipal motor en la evo­lu­ción del PIB. En junio las ci­fras de im­por­ta­ción, co­rre­gidas por el menor precio del pe­tró­leo, vuelven a los ni­veles de los años de la bur­buja.

Tsipras y Syritza no tienen el com­por­ta­miento de unos po­pu­listas irres­pon­sa­bles. Han ne­go­ciado un buen res­cate del que una gran parte ser­virá para pagar a los acree­do­res, BCE y FMI in­clui­dos, pero tam­bién para sa­near el sis­tema fi­nan­ciero griego. El co­rra­lito va des­apa­re­ciendo mien­tras la con­fianza vuelve a re­cu­pe­rarse.

El go­bierno de Syritza acaba de au­to­rizar la pri­va­ti­za­ción de la mayor parte de los ae­ro­puertos del país. Una dura lucha contra el ala iz­quierda del par­tido con los co­mu­nistas al frente. ¿Se abre quizás una vía de en­ten­di­miento entre Syritza y el Pasok?

El Parlamento es­pañol ha es­tado más pen­diente de las pró­ximas elec­ciones y de la con­tienda entre po­pu­lares y el resto mien­tras los pro­blemas de la eu­ro­zona han que­dado apar­ta­dos. El voto fa­vo­rable ha sido ma­sivo. Sólo la Izquierda Plural e in­de­pen­den­tistas han vo­tado en con­tra. Nos hemos que­dado sin saber la opi­nión de Podemos que no está en el Parlamento. No obs­tante, han pre­va­le­cido los re­pro­ches al po­pu­lismo sin nin­guna men­ción com­pa­siva ante los es­fuerzos hu­ma­ni­ta­rios que rea­lizan los griegos con los miles de re­fu­giados que llegan a sus cos­tas. Nos sigue fal­tando fi­nezza.


 (*) Economista del Estado (España)


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