WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional
(FMI) revisó este martes al alza el crecimiento para 2015 y 2016 de la
zona euro, pero advirtió de que la "incertidumbre y el pesimismo"
persisten por los efectos de la crisis en Ucrania y el futuro de Grecia
en la moneda única.
"Una crisis griega no puede descartarse y
sería un hecho que desestabilizaría los mercados financieros", estimó el
jefe economista del Fondo, Olivier Blanchard, en una rueda de prensa.
"Estamos en plenas negociaciones con los griegos y realmente queremos
que acaben", afirmó y advirtió de que una salida del país heleno del
euro "sería muy costosa y muy dolorosa para Grecia", aunque señaló que
el resto de la eurozona "está en mejor posición para afrontar una salida
de Grecia".
Grecia y sus acreedores están negociando las reformas
que debe presentar Atenas para obtener unos 7.200 millones de euros del
segundo rescate financiero, fondos que necesita el país heleno para
mantenerse a flote.
Este año, el FMI pronostica un crecimiento de
un 1,5% para los 19 países de la moneda única, tres décimas más que en
sus previsiones económicas de enero, mientras que para 2016, la zona
euro expandirá su PIB de un 1,6%, dos décimas más que en enero.
En
2014, según el FMI, el crecimiento económico en la zona euro se situó
en un 0,9%, gracias a una actividad "más importante de lo esperado en el
cuarto trimestre, aunque irregular entre los diferentes países".
"Hay
signos de un repunte y de una aceleración positiva en la zona euro, que
reflejan la caída de los precios del petróleo" y la mayor liquidez en
el sistema financiero, señala el FMI en su informe.
"Los bajos
precios del petróleo, los bajos tipos de interés y la depreciación del
euro (...), así como el giro hacia un mayor equilibrio fiscal, deben
estimular el crecimiento en 2015-2016", señala el FMI.
Sin
embargo, al mismo tiempo el "crecimiento potencial" sigue siendo débil
"como resultado -entre otros- del legado de la crisis", por ello el
"riesgo de un crecimiento bajo y una inflación baja" persiste, advierte
el FMI.
La evolución del índice de precios será de un 0,1% en
2015, según el FMI, y de un 1% en 2016, tras un año 2014 en el que un
periodo de deflación amenazó a los países de la moneda única.
El
FMI subraya que "la prioridad" es apuntalar el crecimiento y la
inflación. Además de la "decisiva" política monetaria del BCE, la zona euro "debe utilizar todo el margen fiscal disponible".
Para
el FMI, las políticas deben estar orientadas a la inversión, la mejora
de la productividad a través de reformas estructurales, entre las que
cita una mayor flexibilidad del mercado laboral y la desregulación para
eliminar las trabas a la inversión, así como un "esfuerzo concertado"
para "tratar los elevados créditos de poca realización, vitales para
robustecer el balance de los bancos."
El
año pasado, el BCE recortó los tipos de interés a un mínimo histórico,
para incentivar el crédito productivo, pero los bancos optaron por
sanear sus balances por los efectos de la crisis de la deuda y las
nuevas políticas con respecto a las reservas los obligó a aumentar el
capital propio.
Para estimular el crédito y la demanda y resolver
la persistente baja inflación, el BCE lanzó en marzo un programa de
inyección masiva de liquidez de 1,14 billones de euros hasta septiembre
de 2016, "más importante de lo esperado", lo que permitió, según el FMI,
frenar la caída de la inflación y tuvo como efecto la depreciación del
euro frente al dólar, lo que favorece las exportaciones.
"La
inflación subyacente y la inflación total estuvieron por debajo del
objetivo de evolución de precios de mediano plazo del BCE (cerca, pero
por debajo del 2%)", observa el FMI.
La carga de la elevada deuda,
el elevado desempleo y el pesimismo de los inversores "sobre las
perspectivas de una recuperación robusta continuarán pesando en la
demanda".
"La incertidumbre y el pesimismo sobre la capacidad de la zona
euro para afrontar sus desafíos económicos es probable que disminuyan
la confianza", indica el FMI, así como la crisis en Ucrania y la
situación en Grecia.
Por países, España podría registrar, según el
informe, un 2,5% de expansión en 2015, un 0,5% más que en el anterior
pronóstico, y un 2% en 2016. El desempleo caerá a un 22,6% este año y a
un 21,1% en 2016.
Alemania mantendrá la constancia con un 1,6% de
crecimiento este año, igual que en 2014, y un 1,7% en 2016, mientras que
el desempleo será el más bajo de la zona euro.
La segunda
economía de la zona euro, Francia, mejora sus perspectivas para este año
y el próximo, con un 1,2% de expansión y un 1,5%, respectivamente (un
0,4% en 2014). El desempleo caerá poco en 2015, a un 10,1% (un 10,2% en
2014) y en 2016 llegará a un 9,9%.
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