domingo, 1 de febrero de 2015

Croacia pasa a la derecha, sin soluciones para la crisis

ZAGREB.- Las elecciones presidenciales croatas en enero de 2015 dejaron a la derecha al frente del Estado con la victoria de la exministra de Relaciones Exteriores, Kolinda Grabar-Kitanovic, cuando parecen conformarse condiciones para una crisis política.

Los comicios los ganó la también secretaria de Relaciones Públicas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte con poco más del uno por ciento de ventaja en los votos depositados por el 58 por ciento de los empadronados asistentes a seis mil 350 colegios electorales.

El giro a la derecha que deja fuera al mandatario socialdemócrata Ivo Josipovic, de 57 años, se pliega a una peligrosa tendencia en Europa de un ascenso paulatino de la ultraderecha, en medio de la crisis económica que genera sentimientos nacionalistas, xenófobos y antiinmigrantes.

Tales aspectos son explotados con eficiencia por la ultraderecha en Alemania, el Reino Unido, Francia y, con cierto avance, en Grecia, mientras que la exdiplomática cuenta con el apoyo de formaciones ultraconsevadoras en el bloque que formó parte de su campaña electoral.

En un artículo para el medio digital Croacia Totales, el experto Mati Simic considera que el bloqueo de unas 300.000 cuentas de croatas es un asunto vergonzoso para el ejecutivo que, sin embargo, intentó reducir la campaña anticomunista y de revisión de la historia de la nación.

La ultraderecha explota argumentos nacionalistas, más bien acordes a la época de la guerra interétnica de mediados de 1990, y promueve ideas neofascistas para tergiversar el papel de la Unión Soviética durante la II Guerra Mundial.

Pero los principales ataques durante la campaña electoral contra Josipovic estuvieron concentrados en su incapacidad para demandar al Gabinete socialdemócrata una solución viable a la crisis económica en esta nación, miembro de la Unión Europea (UE) desde julio de 2013.

De ahí que Grabar-Kitanovic prometió, nada más conocer su victoria, que exigiría al Gabinete la solución de problemas económicos y convocó a un encuentro entre los sindicatos, la patronal y otras partes para buscar una salida.

Sin embargo, la aún funcionaria de la OTAN amenaza con la convocatoria de elecciones anticipadas, en lugar de realizarlas a finales de este año como está previsto, en un intento por sacar del poder a los socialdemócratas.

En tiempos de Zoran Milanovic hubo un tenue acercamiento de Zagreb a Moscú, en especial, en lo relacionado con la discusión del tramo en esa nación del gasoducto Torrente Sur, cuyo destino parece haber truncado finalmente la UE con las negativas condiciones impuestas.

La obra debía pasar por el fondo del Mar Negro y anclar en la costa rumana, para luego dividirse en dos ramos, uno hacia Italia y otro hacia Austria, a través de tramos en Serbia y Croacia, entre otras naciones.

Pero en medio de la crisis ucraniana y las sanciones impuestas por el bloque comunitario a Rusia, por su posición asumida tras el golpe de estado de febrero de 2014, la construcción del gasoducto parece improbable.

De otro lado, el proceso de adhesión de Croacia a la UE se extendió por casi una década, durante la cual el país balcánico debió cumplir estrictas demandas del bloque en un país situado por encima de Ruanda o Jordania en la escala de corrupción de los estados, según Transparency International.

Un año y medio después de entrar a la entidad regional, la república exyugoslava cuenta con un desempleo entre los jóvenes superior al 50 por ciento, luego de que el Producto Interno Bruto descendió en el 10 por ciento desde 2009.

La tensa situación socioeconómica llevó a que la alternativa para elegir entre los partidos en el poder se haga menos atractiva, en especial, para los más jóvenes, apegados a las nuevas tecnologías de la Internet como las redes sociales.

En ese contexto, una agrupación creada por apenas 15 personas como la Zagrad (fuera de la ciudad) , dirigida por Marko Bregovic, logró casi el cinco por ciento de apoyo con apenas un mes de existencia en las encuestas.

La organización de Bregovic fue la más seguida en las redes sociales y alcanzó el cuatro por ciento en las elecciones de enero de este año.

A ello se suma que la entrada en la entidad comunitaria significó un avance para las compañías vinculadas a la exportación, pero las dedicadas al mercado interno resultaron largamente perjudicadas, destaca el politólogo Vaeslav Raos.

La derecha también explotó durante la campaña electoral que el ejecutivo socialdemócrata intentó modificar el entronizado esquema de pensiones especiales para veteranos de guerra y exfuncionarios y apeló al respaldo de organizaciones de ese sector de la sociedad.

El gabinete de Milanovic deberá trabajar en serio para borrar la negativa imagen del arresto del conservador Ivo Sanader, quien después de renunciar a mediados de su segundo mandato como primer ministro en 2009, fue arrestado en el extranjero y condenado a 10 años de cárcel por desvío de fondos y soborno.

Sanader habría recibido 10.500 mil euros por parte de la compañía petrolera húngara MOL para facilitarle el control de la empresa croata INA.

El difícil caso de la entrada croata a la UE incrementó la resistencia de esa entidad comunitaria para aceptar en un futuro próximo a otros candidatos como Serbia o Montenegro, al menos antes del 2020, consideran expertos.

Aunque la nueva presidenta posee funciones formales, intentará introducir un cambio en la coalición de gobierno e incluso apelará a elecciones anticipadas, aunque los procedimientos constitucionales son complicados para tomar una decisión unilateral al respecto.

La cohabitación entre una jefa de Estado conservadora y un primer ministro socialdemócrata, con algunas diferencias irreconciliables, presagia una posible crisis política para Croacia, donde la población espera de sus dirigentes una solución real a sus problemas, en lugar de un caro regreso a las urnas.

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