BRUSELAS.- El presidente del Banco
Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha defendido el impacto positivo
que tendrá el programa de compra de deuda pública y privada anunciado en
enero en la economía real y ha asegurado que incluso ya han comenzado a
notarse sus primeros efectos.
En una comparecencia ante el Parlamento Europeo para presentar el
Informe Anual 2013 del BCE, Draghi remarca que, al igual que ocurre con
las compras de valores existentes del sector privado, la compra de deuda
pública tiene un "elevado potencial de transmisión" a la economía real.
"Apoyará todavía más la flexibilización generalizada de las
condiciones financieras en la zona euro, incluidas las relativas a las
concesiones de crédito a empresas y hogares de la eurozona. De hecho, ya
hemos visto algunos efectos positivos de nuestras medidas", incidió el
presidente del banco central.
En este sentido, afirmó que las condiciones financieras en los
mercados de deuda y monetarios en toda la eurozona se han flexibilizado
y, en consecuencia, las tasas de los préstamos a los hogares y las
empresas se han reducido considerablemente.
Además, recordó que las dinámicas del crédito han seguido
recuperándose, como demuestra que el crédito al sector privado aumentó
en diciembre por primera vez desde 2015, y destacó la mejora
"considerable" de la confianza de empresas y consumidores.
Asimismo, subrayó que durante varios trimestres la inflación en la
zona ha mantenido una tendencia a la baja y se prevé que se mantenga
lejos del objetivo del 2% durante más tiempo de lo que considera "medio
plazo". Además, la débil recuperación y la limitada evolución del
crédito elevan los riesgos a la baja de su objetivo de estabilidad de
precios.
En este contexto, Draghi remarcó que el BCE consideró que el grado
de acomodación monetaria introducido en 2014 era "insuficiente" y se
requería una respuesta de política monetaria "más poderosa", como era
ampliar el programa de compra de deuda.
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