ATENAS.- El primer ministro griego, Alexis
Tsipras, prometió un cambio "radical" el miércoles, cuando el nuevo
gobierno dio rápidamente pasos para dar marcha atrás a partes clave del
rescate internacional griego, lo que llevó a un tercer día de pérdidas
en los mercados financieros.
Una serie de anuncios rápidos mostraron que el nuevo
Gobierno no tiene intención de retractarse de sus promesas
antiausteridad, lo que lo que le sitúa en la senda de un enfrentamiento
con sus socios europeos, encabezados por Alemania, que ha dicho que no
renegociaría el paquete de ayuda necesario para ayudar a Grecia a pagar
sus deudas.
Incluso antes de la primera reunión del nuevo gabinete,
los ministros aseguraron a los votantes que cumplirían sus promesas de
campaña y darían marcha atrás a las estrictas políticas económicas
impuestas bajo el programa de rescate de 240.000 millones de euros.
La venta prevista de un 30 por ciento de la Corporación
Energética Pública de Grecia (PPC), la principal eléctrica del país, se
paralizó, al tiempo que los ministros prometieron elevar las pensiones
para quienes tengan menores ingresos y reincorporar a algunos
funcionarios despedidos.
"Estamos empezando a cambiar radicalmente la forma en
que se gestionan las políticas y la administración en este país", dijo
Tsipras a los ministros en su primera reunión de gabinete.
Los mercados financieros han reaccionado con
nerviosismo, subiendo en 50 puntos el rendimiento del bono griego a diez
años, al 10,30 por ciento, mientras el principal índice de Atenas caía
un 4 por ciento y los valores bancarios se dejaban un 12,6 por ciento,
extendiendo pérdidas por tercer día consecutivo.
Indicando que el estado de ánimo hacia Grecia ha ido
cambiando desde que su partido ganó abrumadoramente las elecciones el
domingo, Tsipras dijo que evitaría los antagonismos con los acreedores
de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
"Nuestra prioridad es también una nueva negociación con
nuestros socios, buscando llegar a una solución justa, viable y en
beneficio mutuo, para que el país salga del círculo vicioso de deuda
excesiva y recesión", dijo.
Tsipras añadió que su Gobierno perseguiría presupuestos
equilibrados, pero no trataría de lograr "superávit irreales" para
cumplir con la masiva deuda pública griega de más de un 175 por ciento
del Producto Interior Bruto.
El primer ministro agregó que esperaba tener una
reunión "productiva" el viernes con Jeroen Dijsselbloem, presidente de
los ministros de Finanzas de la zona euro.
Las prioridades serán ayudar a los sectores más débiles
de la sociedad, con políticas para atacar el clientelismo endémico y la
corrupción en la economía, además de atajar el desempleo.
Tras anunciar que frenaba la privatización del puerto del Pireo, el Gobierno dijo que bloquearía la venta de una parte de PPC.
PPC, que es propiedad en un 51 por ciento del Estado,
controla casi todo el mercado minorista de electricidad en Grecia y
representa dos tercios del suministro. Las acciones de la empresa caían
casi un 13 por ciento, mientras que las del puerto del Pireo se dejaban
casi un 8 por ciento.
El Gobierno anterior del ex primer ministro Antonis
Samaras aprobó la legislación el año pasado para escindir una parte de
PPC para liberar el mercado energético dentro de un plan de
privatización acordado dentro del rescate de la UE/FMI.
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