jueves, 11 de diciembre de 2014

El Banco Central ruso sube las tasas de interés para tratar de frenar la inflación

MOSCÚ.- El banco central de Rusia anunció este jueves la subida en un punto de su tasa principal, al 10,5%, para tratar de frenar la inflación tras el hundimiento del rublo, y alertó de que podrá seguir subiéndola.

Este aumento en un punto del alquiler del dinero, anunciado al término de la reunión mensual de política monetaria del Banco de Rusia, no ha convencido al mercado ya que la divisa rusa ha seguido cayendo, a 68,98 rublos por euro y 55,45 rublos por dólar.
Esta subida "es lo mínimo que podía hacer el banco central ante la reciente caída del rublo", comentaron los economistas del gabinete londinense Capital Economics.
La mayoría de los economistas consideran inevitable que se cierre el grifo del crédito en un contexto de subida de los precios y el hundimiento del rublo, que ha perdido el tercio de su valor desde inicios de año ante el euro y el 40% ante el dólar.
"En caso de nueva agravación de los riesgos inflacionistas, el Banco de Rusia seguirá aumentando su tasa principal", anunció la institución en un comunicado.
- Inflación al 10% -
La institución ha revisado al alza los precios al consumo al 9,4% y anticipa que llegará al 10% al final de año, antes de seguir subiendo en el primer trimestre de 2015.
El Banco de Rusia, que ha logrado mantener una reputación de independencia poco común en el país, se encuentra en una situación delicada, ya que está procurando calmar una tormenta causada por factores que no dependen de él, como la crisis ucraniana y la caída de los precios del petróleo.
También tiene que demostrar que no se queda con los brazos cruzados para evitar un movimiento de pánico en los mercados y en los particulares, y actuar con tacto para no afectar a una economía al borde de la recesión, con tasas de interés demasiado elevadas para las empresas.
La tasa principal ha pasado del 5,5% al 10,5% desde la primavera boreal, pero la economía crecerá 0,6% este año, un resultado inesperado en este contexto. No obstante, para el futuro, las perspectivas se oscurecen.
El banco central prevé un crecimiento "cercano a cero" el año próximo, lo que no sorprende, dado que el gobierno prevé una recesión, pero también para 2016, atrasando cualquier perspectiva de recuperación hasta 2017.
"El considerable deterioro de las condiciones externas resultante de la caída de los precios del petróleo y el cierre del acceso a los mercados extranjeros" a raíz de las sanciones occidentales a Moscú justifican estas previsiones.
"Por el momento, la estrategia es subir los tipos de interés al nivel necesario para estar un poco por encima de la inflación sin afectar demasiado a la economía real, ya que el riesgo es que aumenten los créditos malos", explica Natalia Orlova, economista del banco ruso Alfa.
Para el banco central ruso, las tasas son la principal herramienta desde que decidió en noviembre dejar fluctuar libremente al rublo, cansado de inyectar miles de millones de dólares para enmarcar sus movimientos sin estabilizarlo.
Y sus acciones parecen aún más importantes ante la impotencia del gobierno. El miércoles, el primer ministro Dmitri Medvedev estimó que lo mejor es ser paciente, y pidió a los rusos que conserven sus rublos ya que van a terminar subiendo.
"La caída del rublo se ha convertido en parte integrante de la reacción del gobierno a la caída del precio del petróleo" ya que infla los ingresos de las ventas en divisas extranjeras de hidrocarburos, estimó Capital Economics.
"Pero sus costos son importantes" en términos de inflación, agrega, al considerar que los riesgos de crisis monetaria han aumentado en los últimos tiempos.

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