MADRID.- De nuevo, el fantasma de Grecia hundió a los mercados. Se han adelantado
la sucesión presidencial dos meses. La primera votación parlamentaria
tendrá lugar el próximo 17 de diciembre. El aspirante del Gobierno del
que el conservador Antonis Samaras es primer ministro, Stavros Dimas, no
cuenta con los apoyos necesarios para salir elegido.
Porque no sólo
requiere el apoyo de conservadores y socialistas, que son los que forman
parte de la coalición de Gobierno, sino también de algún miembros de la
oposición. Si después de tres intentos no consigue el puesto, podría
caer el Gobierno y se adelantarían las elecciones legislativas,
posiblemente al mes de enero, unos comicios que bien podría ganar
Syriza, una fuerza liderada por Alexis Tsipras, hermana de la española
Podemos. En las elecciones de 2012 estuvo muy cerca de ganar y en muchos
de los últimos sondeos aparece como ganadora.
La Bolsa de Atenas sufrió un castigo muy importante, de cerca de
un 13%, el más importante desde el año 1987. Más todavía que los muchos
que sufrió durante la terrible crisis de deuda que sufrió.
Su deuda también sufrió muchísimo. La rentabilidad de su bono a diez
años subió desde el 7,33% hasta el 8,19%. La de su deuda a cinco años,
pasó desde el 6,65% hasta el 7,84%. Y sus bonos a tres años, los que
emitió en julio como parte de su plan para ir volviendo al mercado,
cayeron a mínimos, provocando que su rentabilidad subiera por encima de
la de sus bonos a diez años por primera vez. Este fenómeno, es decir,
que se haya invertido la curva de tipos en Grecia, es muy peligroso y
muestra la gran desconfianza de los inversores hacia el país.
Contagio moderado en el resto de Europa
Sí, hubo contagio al resto de Europa. Pero moderado. La rentabilidad
del bono español a diez años subió desde el 1,79% hasta el 1,85%. La del
bono luso, desde el 2,73% hasta el 2,82%. La rentabilidad del bono
italiano a diez años volvió a colocarse por encima del 2%.
La aversión al riesgo provocó que el dinero huyera a las deudas
“core” y que su rentabilidad bajara. Así, la del bono alemán se redujo
desde el 0,72% hasta el 0,69%, marcando un nuevo mínimo histórico.
La combinación de ambas cuestiones, la reducción de la rentabilidad
de los bonos más seguros y la subida del rendimiento de la deuda de la
periferia provocó que las primas de riesgo subieran. La de España, desde
los 107 hasta los 116 puntos básicos. La de Grecia, desde los 662 hasta
los 750 puntos básicos.
En Bolsa también hubo contagio. Sobre todo al resto de índices de la
periferia. El Ibex-35 sufrió un recorte del 3,18%, el tercero más
importante del año, para dar un último cambio en los 10.461,60 puntos. A
continuación, el Ftse Mib de Milán, que retrocedió un 2,81%. Mientras,
el Cac 40 francés se dejó un 2,55% y el PSI-20 de Lisboa cayó un 2,45%.
Incluso el Ftse 100 británico, pese a estar fuera de la zona euro,
terminó el día con un descenso de más de dos puntos porcentuales.
Pero es que Grecia no fue el único problema con que tuvieron que
enfrentarse los mercados. También tuvieron en contra a China, cuyo
mercado bursátil sufrió un tremendo descalabro (los índices de Shangai
se hundieron más de un 5%) después de que el Gobierno de Pekín tomara
medidas para prohibir los vehículos opacos con los que hasta ahora se
estaban financiando las autoridades locales.
En el Viejo Continente, además, al término de la sesión el Banco
Central Europeo informó de que su balance ha caído, lo que dificulta los
planes de Mario Draghi de elevarlo, cuestión que cotizó al alza en el
euro. La moneda comunitaria, al cierre de los mercados del Viejo
Continente, ganaba más de un 0,5% contra el dólar, para colocarse muy
cerca del nivel de 1,24 unidades.
Todos los valores del Ibex-35 en negativo
FCC fue el peor valor del día, con un descenso del 7,40%. A
continuación, Dia, que se hundió un 5,53%. IAG, el Sabadell, Gamesa y
Acciona retrocedieron más de cuatro puntos porcentuales. Más de un 3% se
dejaron quince compañías, casi la mitad del índice. Entre ellas, muchas
de las grandes, como Iberdrola, que se dejó un 3,77%, mientras que el
Santander perdió un 3,57%, e Inditex, un 3,21%.
Jazztel fue el mejor valor del día con un descenso del 0,08%. Fue el
único valor que perdió menos de un punto porcentual. Mediaset, Viscofán,
Técnicas Reunidas y Amadeus fueron los únicos valores que cayeron entre
un 1% y un 2%.
En el Índice General de la Bolsa de Madrid, el valor más rentable fue
Lingotes, que subió cerca de un 6%. Después, Adolfo Domínguez y Deoleo,
que ganaron cerca de un 2%. Además de éstos, sólo otros siete
terminaron la jornada con ascensos. En negativo, sólo hubo un valor que
lo hiciera peor que FCC. Fue Urbas, que se hundió un 10,53%.
En el mercado de materias primas, subidas para el crudo. El barril de
Brent, de referencia en Europa, avanzó un 0,42%, hasta los 66,47
dólares. El de West Texas, de referencia en Estados Unidos, recuperó
medio punto porcentual, hasta los 63,36 dólares. Pero subió sobre todo
la onza de oro: se disparó un 3%, hasta los 1.230 dólares la onza, lo
que es prueba de que ayer hubo una verdadera huida a los activos
financieros seguros. Porque subió también incluso el yen.
Los recortes también llegaron a la Bolsa estadounidense, pese a que
los datos económicos publicados allí fueron buenos. Los inventarios al
por mayor crecieron un 0,4% en octubre, el doble de lo previsto, después
de haber crecido también el doble de lo esperado (un 0,2%), las ventas
al por mayor.
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