LISBOA.- El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, negó
hoy que los costes del rescate al Banco Espírito Santo (BES) recaigan en
los contribuyentes, a pesar de que el banco público Caixa Geral de
Depósitos (CGD) contribuya en ese rescate.
"Es equivocado decir que por la vía de reducción de ganancias de la
CGD los contribuyentes puedan tener que soportan costes" asociados a la
intervención del BES, aseguró a los medios Cavaco Silva, economista de
formación.
"Si así fuese, tendríamos que decir que cuando una familia o una
empresa no paga los créditos que contrajo, entonces también los
contribuyentes deberían soportar un coste", agregó el jefe de Estado,
quien aseveró que "no tiene sentido" decir que todo gasto del banco
público sea oneroso para el contribuyente.
La intervención del BES, entonces el tercer mayor banco luso, llevó a
la división de la entidad en dos partes el pasado agosto: una con sus
activos tóxicos, que conserva el mismo nombre, y otra bautizada como
Novo Banco, que aglutina los activos saludables y a la que se
recapitalizó con 4.900 millones de euros.
La nueva entidad es propiedad del llamado Fondo de Resolución, creado
con aportes del sistema financiero portugués, la CGD entre otros, y un
crédito público procedente de los fondos de la troika de acreedores
internacionales.
No obstante, el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho,
asumió la pasada semana que las posibles pérdidas derivadas de la
intervención de BES pueden tener un reflejo "involuntario" e indirecto
en las arcas del Estado.
Passos Coelho pidió esperar a la futura venta de Novo Banco, y
explicó que cuando ésta sea efectiva se comparará el valor de
capitalización asumido por el Fondo de Resolución (mecanismo europeo
aplicado por primera vez en Portugal) y el precio de la operación.
"Si existe una diferencia negativa, no podrá dejar de ser asumida por el Fondo de Resolución", manifestó.
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