BARCELONA.- El presidente de la Deusto Business School y
exconsejero delegado de Grupo Santander, Alfredo Sáenz, ha augurado este
martes que a corto plazo va a haber más dificultad de crédito en Europa
y que será más caro por las mayores exigencias normativas de capital, y
que España tiene el añadido de que hay que sustituir al 50% del sector
financiero que ha desaparecido, y eso "no es un proceso fácil".
En la conferencia de Dinars Cambra 'La recuperación.
Oportunidades', ha considerado que el sistema financiero español ya ha
llegado a un punto "razonablemente concentrado" y competitivo, y que con
la crisis ha aprendido a tener una visión a largo plazo contracíclica y
a diversificarse, y que ha multiplicado la capitalización y la
liquidez, mientras que ha redimensionado la red de sucursales que creció
desorbitadamente antes de la crisis.
Sáenz ha considerado que las reglas del juego han cambiado, y que
ahora hay la oportunidad de "aprender lecciones y hacer mejor las cosas
en el futuro", y ha opinado que España ha avanzado mucho en sus ajustes y
se está convirtiendo en una 'mini Alemania', pero con un elevado paro y
poco consumo interno.
"España cada vez se parece más a la Alemania de hace unos años,
Alemania cada vez se parece más a la Francia de hace unos años, y
Francia cada vez se parece más a la España de hace unos años", ha
mostrado en un gráfico en forma de círculo.
El exdirectivo financiero prevé que el rebote de la demanda
interna en España será "débil y selectivo" por la alta deuda y la
presión sobre las rentas tras la caída de salarios, aunque como aspecto
positivo el país cuenta con la baza de la competitividad, y ha puesto el
ejemplo de que un ingeniero de nueva contratación en España cuesta un
tercio que en otros países europeos.
Ha incidido en que hay que trabajar en exportar y
reindustrializar, y para que la construcción vuelva a tener un peso
razonable en el PIB, porque crea empleo y activa el consumo: "El
inmovilismo no es una opción viable".
Respecto a las asignaturas pendientes de la economía española a
medio y largo plazo, ha recalcado cuatro: la sostenibilidad de las
finanzas públicas, contar con una educación enfocada al mercado laboral,
ser un país atractivo para los negocios (que facilite la creación y
capitalización de empresas y elimine burocracia) y acometer la reforma
energética, porque "la energía va a ser el factor fundamental de
localización industrial".
Además, ha emplazado a tener estos problemas más presentes en el
debate actual: "Estamos muy centrados en los debates a corto plazo sobre
las reformas ya hechas, y no se habla del medio plazo y de qué hacer a
partir de 2015, que son reformas que no se pueden aplicar rápido porque
son de resultados lentos".
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