PRAGA.- Las empresas de suministro de gas de Eslovaquia y Ucrania han firmado
hoy un acuerdo, auspiciado por la UE, que permitirá a partir otoño
enviar desde Europa occidental a la república exsoviética hasta 10.000
millones de metros cúbicos de gas anuales, una quinta parte de las
necesidades de ese país.
A la firma del acuerdo, retransmitida por televisión, ha acudido el
presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien lo
ha calificado como un paso importante para "diversificar las fuentes de
gas de Ucrania" y ha asegurado que "contribuye a la mayor seguridad
energética de Europa del Este y de la UE en general". Según Barroso,
este acuerdo "muestra el compromiso de la UE a favor del sector
energético de Ucrania, algo que también se refleja en los paquetes
financieros que la Unión ha aprobado sin dificultad en las pasadas
semanas".
El suministro se realizará mediante un antiguo gasoducto, ahora en
desuso, a través de la ciudad eslovaca de Vojany, en la frontera con
Ucrania. "La capacidad será de entre 8.000 millones y hasta 10.000
millones de metros cúbicos anuales", ha confirmado Vahram Chuguryan,
portavoz de la empresa gasística Eustream, propietaria del tramo
eslovaco del gasoducto.
El acuerdo prevé la puesta en funcionamiento del gasoducto en dos
fases y el conducto estará plenamente operativo "en octubre de este
año", ha explicado el portavoz. Chuguryan ha precisado, sin embargo, que
"ya antes podría bombearse gas a un volumen menor".
El bombeo hacia Ucrania requerirá "ciertos pequeños cambios en la
conexión" entre Vojany y la localidad ucraniana de Uzhhorod, si bien no
ha detallado el monto de la inversión requerida. Fuentes locales estiman
que dichas modificaciones costarán unos 21 millones de euros.
A la firma del memorando han asistido también el primer ministro
eslovaco, Robert Fico; el titular de Energía e Industria del Carbón
ucraniano, Yuri Prodan, y el ministro de Economía eslovaco, Tomás
Malatinsky.
La firma ha estado precedida por intensas negociaciones a tres bandas
entre Kiev, Bratislava y Bruselas, ya que los ucranianos preferían la
opción de bombeo inverso por Velke Kapusany, el principal nudo de
tránsito del gas ruso a Europa. Esta alternativa planteaba dificultades
jurídicas, pues requería un acuerdo con la empresa rusa Gazprom. No ha
quedado descartado que pueda recurrirse a esa opción en el futuro, lo
que podría aumentar el volumen de gas que Ucrania recibe desde el oeste,
de manera que no sea tan dependiente de los suministros rusos.
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