TOKIO.- El déficit por cuenta corriente de Japón, que contempla el comercio
de bienes y servicios, trepó con fuerza en enero, reportó hoy el
Ministerio de Finanzas.
El desbalance fue de 1.589 millones de yenes (15,4 millones de
dólares), el máximo histórico para este mes, ya que el aumento de la
demanda de energía y la depreciación del yen dispararon los costes de
las importaciones.
Dicho medidor refleja los pagos e ingresos por intercambios con el exterior de bienes, servicios, rentas y transferencias.
En 2013, la balanza por cuenta corriente de Japón alcanzó un superávit de 3,3 billones de yenes (32.162 millones de dólares), lo que supuso un mínimo histórico y el tercer año consecutivo de retroceso, detalló la entidad.
La debilidad de la moneda nacional determinó el ascenso de las exportaciones hasta un 16,7 por ciento en la comparación interanual.
Las importaciones crecieron a un ritmo mayor, del 30,3 por ciento, a causa de una mayor compra de crudo.
La devaluación del yen es considerada beneficiosa para las exportaciones, al abaratar los productos japoneses en el exterior y aumentar el valor en yenes de las ganancias logradas por las compañías niponas en otros países.
Empero, la debilidad de la divisa, también encarece las importaciones y agrava la dependencia de energía de Japón, que compra a otros países el 90 por ciento de la que consume.
Acorde con expertos, la tendencia exportadora de la nación se ha revertido en las últimas décadas al subir la compra de recursos energéticos.
Dicho medidor refleja los pagos e ingresos por intercambios con el exterior de bienes, servicios, rentas y transferencias.
En 2013, la balanza por cuenta corriente de Japón alcanzó un superávit de 3,3 billones de yenes (32.162 millones de dólares), lo que supuso un mínimo histórico y el tercer año consecutivo de retroceso, detalló la entidad.
La debilidad de la moneda nacional determinó el ascenso de las exportaciones hasta un 16,7 por ciento en la comparación interanual.
Las importaciones crecieron a un ritmo mayor, del 30,3 por ciento, a causa de una mayor compra de crudo.
La devaluación del yen es considerada beneficiosa para las exportaciones, al abaratar los productos japoneses en el exterior y aumentar el valor en yenes de las ganancias logradas por las compañías niponas en otros países.
Empero, la debilidad de la divisa, también encarece las importaciones y agrava la dependencia de energía de Japón, que compra a otros países el 90 por ciento de la que consume.
Acorde con expertos, la tendencia exportadora de la nación se ha revertido en las últimas décadas al subir la compra de recursos energéticos.
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