MADRID.- El Banco de España espera que el déficit del conjunto de las
administraciones públicas se sitúe en 2014 "en línea" con el objetivo
del 5,8% y para 2015 espera una reducción de sólo tres décimas, hasta el
5,5%, con lo que se desviaría más de un punto frente al objetivo del
4,2% para el año que viene, si bien precisa que una vez que se conozcan
la totalidad de los planes de ajuste presupuestario esta previsión
debería reducirse.
En su último boletín económico, en el que incluye sus proyecciones
para este año y el siguiente, el Banco de España afirma que tras cuatro
años de consolidación presupuestaria, el ajuste fiscal "pendiente"
seguirá siendo uno de los "principales condicionantes" de la evolución
macroeconómica en el horizonte de los dos próximos años.
En cuanto al objetivo de 2013, afirma que el déficit público
habría cerrado en torno al 6,6%, una décima por encima del 6,5%
previsto, excluyendo las ayudas a las instituciones financieras, de modo
que este año el déficit tendría que reducirse en ocho décimas para
alcanzar el objetivo estimado del 5,8%.
El Banco de España indica que esta moderación de las necesidades
de financiación no sería, en cambio, suficiente para quebrar "la
trayectoria ascendente" de la deuda pública en relación al PIB en el
horizonte de 2014-2015.
"La evolución prevista del endeudamiento público ilustra la
magnitud del esfuerzo de consolidación presupuestaria aún pendiente y la
necesidad de perseverar en una estrategia de consolidación
presupuestaria que permita seguir mejorando la confianza en la economía
española", subraya.
Con este objetivo, afirma que es esencial asegurar el "estricto"
cumplimiento de las obligaciones de información y de seguimiento de la
ejecución presupuestaria que incorpora la Ley de Estabilidad
Presupuestaria y definir de forma "detallada" los planes presupuestarios
de medio plazo, que especifiquen las medidas que se van a adoptar para
alcanzar los objetivos de déficit acordados.
Por el lado de los gastos, la autoridad monetaria ha realizado sus
previsiones de déficit para 2014 y 2015 teniendo en cuenta la subida
del 0,25% de las pensiones en línea con la aplicación del factor de
revalorización, la congelación de los salarios públicos, la limitación
de la oferta de empleo público, la restricción de la inversión pública,
así como el descenso en el gasto en consumo final asociado a la entrada
en vigor de la reforma de la Administración Local, especialmente a
partir de 2015.
Asimismo, el Banco de España da por hecha una moderación
significativa de las transferencias y subvenciones, así como la caída
del gasto en prestaciones por desempleo por la dinámica del mercado de
trabajo.
A su vez, por el lado de los ingresos, la institución presidida
por Luis María Linde apunta que las principales medidas incluyen los
efectos en 2014 y 2015 derivados de la ampliación de las bases del
Impuesto de Sociedades, el aumento de las bases máximas de las
cotizaciones sociales, las rebajas de las cotizaciones sociales a la
contratación indefinida (la tarifa de 100 euros), así como las
actuaciones incorporadas en la Ley de Emprendedores.
El Banco de España también ha tenido en cuenta, a la hora de estimar
los ingresos previstos, que el gravamen complementario del IRPF, que
habría aumentado la recaudación en 2012, 2013 y 2014, expira en 2015, en
línea con la legislación actualmente en vigor, lo que tendría un
impacto negativo en la recaudación en torno a 0,5 puntos del PIB.
Por el contrario, el instituto emisor no ha tenido en cuenta la
reforma fiscal, cuya primera parte entrará en vigor, según ha anunciado
el Gobierno, el 1 de enero de 2015, dado que aún no se conocen las
medidas que incluirá.
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