miércoles, 5 de febrero de 2014

"El tiempo está de nuestro lado", dice la Unión Europea sobre la crisis de Ucrania

BRUSELAS/KIEV.- Si hay un mensaje coherente que la Unión Europea ha querido transmitir desde que Ucrania rechazó un acuerdo comercial en noviembre a favor de unos lazos más fuertes con Moscú, éste es que no quiere que derive en una lucha con Rusia.

Lo desee la UE o no, eso es precisamente lo que ha ocurrido y el futuro de Ucrania - sus 46 millones de habitantes y su atribulada economía - pende de la balanza.
En un discurso en una conferencia de seguridad en Múnich el pasado fin de semana, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, explicó la naturaleza de esta pugna en términos sencillos.
La UE, dijo, había ofrecido a Ucrania un acuerdo de libre comercio y asociación para ayudarla a construir puentes con sus vecinos occidentales. Esa oferta sigue en pie mientras se cumplan las condiciones acordadas entre Kiev y Bruselas.
"Algunas personas creen que los europeos son ingenuos, que preferimos las zanahorias a los palos", dijo Van Rompuy en la conferencia, entre cuyos delegados estaba el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, y el líder del movimiento opositor ucraniano.
"Ahora no estoy diciendo que a veces no podamos jugar nuestra baza con más fuerza. Pero seguro que es una mala idea dejar que el juego sucio mine los valores que constituyen nuestro poder de atracción, un poder que derribó el Muro de Berlín", dijo.
"Nuestra principal zanahoria es nuestro modo de vida; nuestro palo: una puerta cerrada", añadió.Los destinatarios de las palabras de Van Rompuy, sin ser mencionados, eran los presidentes ruso, Vladimir Putin, y ucraniano, Viktor Yanukovich, que prolongó la crisis al dar la espalda abruptamente al acuerdo con la UE y confió su suerte a Moscú.
Las fuerzas de seguridad de Yanukovich reprimieron a los manifestantes a favor de la UE - al menos cinco han muerto -, mientras Rusia ha alejado a Kiev de la UE con una promesa de 15.000 millones de dólares en créditos baratos y una rebaja en el precio del gas.
Algunos diplomáticos esperaban que la UE se lavara las manos y se marchase. No puede superar los incentivos de Rusia ni en el frente financiero ni en el energético. En cambio, parece que juega a largo plazo.
Después de que la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, fuera citada diciendo que Bruselas y Washington trabajaban en una ayuda para Kiev, los responsables de la UE se apresuraron a decir que no hay planes nuevos, aparte de la promesa de ayuda financiera que Bruselas mantiene si se firma el acuerdo comercial
Incluso sin el impacto de los cuatro últimos años de crisis financiera, los líderes de la UE no van a abrir sus arcas y dar grandes sumas de dinero a Ucrania. Ya fue demasiado duro hacerlo con Grecia, Portugal e Irlanda.
Y, dependientes ellos mismos de la energía rusa, los estados miembros de la UE no pueden esperar dar a Kiev el gas que necesita, especialmente cuando gran parte de ello fluye a través de Ucrania.
Lo que Europa tiene que ofrecer es más conceptual: el imperio de la ley, la rendición de cuentas en democracia, las libertades civiles e inversiones y comercio a largo plazo, siempre que se cumplan ciertos objetivos.
Junto al caramelo del dinero y el gas barato, no parece particularmente atractivo, especialmente dados los costes que Ucrania afronta si quiere tener alguna vez los estándares de la UE para la justicia, la industria y el medio ambiente.
Pero como resaltó Van Rompuy, el curso de la historia no se decide en cuestión de semanas o meses. El Muro de Berlín se cayó de un día para otro y la Unión Soviética se deshizo rápido, pero esos momentos tardaron años en cuajar.
"A veces en el calor del momento, en el chorro de declaraciones y tuits, perdemos la perspectiva del factor del tiempo", dijo en Múnich.
Moscú ve a Ucrania como un territorio crucial para la cultura y la identidad rusas, un país que nunca debería haber abandonado la Unión Soviética. Rusia sigue siendo el principal socio comercial de Ucrania.
Putin quiere que Ucrania se una a su Unión Euroasiática, un nuevo bloque económico y comercial que espera que algún día rivalice con la UE. Desde esa perspectiva ve la apertura de Bruselas a Kiev como una amenaza.
En un pulso con la UE, Rusia tiene el músculo. Pero en un concurso a largo plazo que supone un estilo de vida e integración con la economía mundial, la UE espera que tenga un gancho persuasivo - y que dice que no va en detrimento de Rusia.
"La oferta todavía está ahí", dijo Van Rompuy sobre el acuerdo rechazado por Yanukovich. "Sabemos que el tiempo está de nuestra parte. El futuro de Ucrania pertenece a la Unión Europea", dijo.


Arbuzov advierte del daño económico que está haciendo la crisis política

El primer ministro interino de Ucrania, Serhiy Arbuzov, ha advertido este miércoles del daño que está provocando en la economía del país la confrontación y falta de acuerdo entre los manifestantes antigubernamentales y el Gobierno del presidente, Viktor Yanukovich.
   "La inestabilidad política está ejerciendo presión sobre el mercado de divisas. Hay tensión a pesar de la falta de razones económicas para ello", ha asegurado Serhiy, en una reunión del Gobierno.
   "Cada día que sigue la confrontación y no se intenta llegar a un compromiso se debilita nuestro país económicamente", ha advertido el primer ministro en funciones, que fue designado tras la dimisión de Mikola Azarov como jefe del Gobierno la semana pasada.
   Las semanas de conflicto político con la oposición no parece que tengan una pronta solución. No obstante, Arbuzov ha asegurado que no existen "razones económicas fundamentales para preocuparse". Ha informado de que la balanza de pagos para 2013, publicado este martes, muestra un superávit de más de 2.021 millones de dólares --1.492 millones de euros-- frente al déficit de 4.175 millones de dólares --3.083 millones de euros-- de 2012.
   Sin embargo, el déficit global de cuenta corriente creció el pasado año desde el 13 por ciento hasta alcanzar los 16.141 millones de dólares --11.916 millones de euros--. Los datos muestran que la balanza de pagos registró un superávit de 3.288 millones --2.427 millones de euros-- en diciembre, el mismo mes que Rusia compró más de 2.200 millones en bonos de Ucrania como parte del primer tramo del paquete de ayuda financiera.
   El Banco Central de Ucrania ha intervenido este miércoles en el mercado de divisas por segundo día y ha ofrecido la venta de dólares a subasta por 8,7 grivnas, frente a las 8,6 ofrecidas el martes, la primera vez que se interviene desde el pasado jueves. La grivna se cotizaba en el mercado comercial entre 8,75 y 8,80 por dólar, así que el cambio desde el cierre del martes a 8,75 ha sido pequeño.
   El banco ha estado intentando frenar la fuerte demanda de dólares provocada por los disturbios, después de que grupos de manifestantes se hicieran con el centro de Kiev y asaltaran varios edificios públicos en diferentes ciudades del país desde noviembre.
   Las protestas comenzaron después de que Yanukovich tomara la decisión de no firmar un acuerdo comercial con la Unión Europea para aceptar ayuda financiera de Rusia. Desde entonces y en lo que va de año, la grivna ha perdido más del 6 por ciento de su valor.
   Los analistas han relacionado la reciente devaluación de la moneda con la incertidumbre en torno al paquete de ayuda de Rusia, por valor de 15.000 millones de dólares, que salvó al país de la bancarrota en diciembre.
   Moscú ha suspendido el segundo tramo del paquete de ayuda hasta que se aclare quién sucederá en el cargo a Azarov, encargado de mejorar los lazos con Rusia.
   La especulación en torno al posible suministro por parte de las potencias occidentales de apoyo financiero alternativo ha ayudado a la recuperación del bono del dólar en Ucrania esta semana. Tanto la Unión Europea como Estados Unidos han asegurado que su intención es ayudar al nuevo Gobierno ucraniano.
   La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, se ha reunido este miércoles con Yanukovich y con varios líderes de la oposición para debatir una solución pacífica a la crisis política del país.
   Durante una rueda de prensa celebrada este miércoles, uno de los líderes del Partido de las Regiones, Oleksandr Yefremov, ha recordado que Yanukovich cuenta con 60 días desde el momento de la dimisión de Azarov para nombrar a un nuevo 'premier'.
   "Hoy se está llevando a cabo el debate y es posible que el presidente dé su opinión la próxima semana", ha asegurado Yefremov. Asimismo, el compañero de partido del presidente ha negado la posibilidad de unas elecciones anticipadas para acabar con la crisis política del país.
   "No creo que el presiente tenga muchas ganas de llevar al país a unas elecciones", ha asegurado Yefremov. "Pero si las cosas continúan como lo están haciendo, cuando el parlamento no hace su trabajo, entonces hay que hacer algo".
   Según una reciente sondeo, el Partido de las Regiones sería el más votado con un 20,7 por ciento del apoyo popular.

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