domingo, 2 de junio de 2013

Los mercados pasan por alto las señales de desaceleración económica mundial


BASILEA.- El Banco de Pagos Internacionales (BPI) observa que los mercados pasan por alto las señales de desaceleración del crecimiento mundial por la abundante liquidez y que los inversores buscan rentabilidad en los bonos europeos con menor calificación.

En su último informe trimestral de junio, publicado hoy, el BPI señala que "la racha de noticias económicas adversas entre mediados de marzo y mediados de abril apenas interrumpió la subida de las bolsas en las economías avanzadas".
"La nueva relajación de la política monetaria, seguida de una mejora de las perspectivas en EEUU a comienzos de mayo, alentó la confianza de los mercados e impulsó los principales índices bursátiles hacia nuevos máximos", según el BPI, que es el banco de los bancos centrales y cuya sede se encuentra en la ciudad suiza de Basilea.
El Dow Jones de Industriales de Wall Street, el Nikkei de Tokio y el DAX 30 de la bolsa de Fráncfort, por ejemplo, han alcanzado niveles máximos históricos.
"Ante los bajos rendimientos en los principales mercados de deuda, los inversores buscaron rentabilidad en los bonos europeos con menor calificación, títulos de mercados emergentes y deuda corporativa", dice el BPI en el informe sobre la situación de los mercados financieros.
La nueva fase de política monetaria acomodaticia en las principales áreas monetarias ha salpicado a los mercados financieros de todo el mundo.
El Banco de Japón (BoJ) va a aplicar "un nuevo y ambicioso marco de política monetaria expansiva", lo que ha disparado las bolsas y ha reducido el tipo de cambio del yen.
"No obstante, estas rápidas ganancias hicieron vulnerables las cotizaciones bursátiles frente a los cambios en la confianza de los mercados, como demuestra el reciente repunte de la volatilidad", apostilló el BPI.
El anuncio de la política monetaria del Banco de Japón también ha desencadenado "fuertes fluctuaciones de precios en el mercado de deuda pública japonesa" porque las compras oficiales reducirán el rendimiento de esta deuda.
El Banco Central Europeo (BCE) recortó en mayo su tasa de interés rectora en un cuarto de punto, hasta el 0,5 % y la Reserva Federal estadounidense (Fed) reafirmó su disposición de comprar más deuda según sea necesario.
La decisión respondió a la diferencia de los costes de las hipotecas y préstamos a las empresas en Italia y España, que se sitúan muy por encima de los de Alemania y Francia porque se mantiene la fragmentación en los mercados de crédito de los países de la zona del euro.
La abundancia de liquidez y la baja volatilidad favoreció un entorno favorable para asumir riesgo y para la actividad de "carry trade" -financiarse o pedir prestado en activos de bajo rendimiento para colocar o invertir en instrumentos de alto rendimiento-.
El yen se ha convertido en divisa de financiación, por su actual tendencia a la baja, que le ha llevado a depreciarse un 10 % frente al dólar desde que el BoJ anunció los detalles de su política monetaria y hasta finales de mayo.
Por el contrario, algunas divisas de países con economías emergentes, como el peso mexicano, se han apreciado.
El Banco de Brasil ha sido el único que no ha relajado su política monetaria, sino que ha subido la tasa Selic en 25 puntos básicos hasta el 7,5 %, para hacer frente a la mayor inflación.

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