ROMA.- La confianza de los consumidores italianos cayó inesperadamente en
mayo, pese a las promesas de reducciones de impuestos del nuevo
Gobierno, cuyos índices de aprobación ya están cayendo.
El primer ministro, Enrico Letta, asumió su mandato el mes pasado
como jefe de una coalición de izquierda-derecha que tiene
enfrentamientos todos los días y sus problemas fueron remarcados por un
fuerte declive en la confianza en la economía.
El índice de confianza del consumidor de la agencia nacional
italiana de estadísticas ISTAT, el primero realizado desde la formación
del nuevo Gobierno, cayó desde 86,3 en abril a 85,9 en mayo.
La caída en la confianza revirtió el alza de abril y dejó al
índice cercano a mínimos récord, lo que ofrece pocas esperanzas de una
salida a corto plazo desde la más larga recesión italiana de la
posguerra.
Letta suspendió un odiado impuesto inmobiliario que tendría que
ser pagado en junio y prometió también reducir los tributos laborales.
El primer ministro asegura que lidiará con el desempleo juvenil
superior a un 38 por ciento y que abogará ante la Unión Europea por
políticas más orientadas al crecimiento. Sin embargo, eso no pareció
impresionar a los italianos.
El índice de aprobación del Gobierno ha caído a sólo un 31 por
ciento desde un 43 por ciento hace tres semanas, según un sondeo
publicado el viernes por la agencia SWG.
Otro sondeo divulgado el viernes por la agencia IPR le atribuyó a Letta un índice de aprobación personal de un 45 por ciento.
Eso fue tres puntos más bajo que el 30 de abril y mucho menos que
los índices de aprobación de cualquiera de los últimos tres primeros
ministros, Mario Monti, Silvio Berlusconi y Romano Prodi, después de un
mes en el poder. Monti contaba con un índice de aprobación de un 62 por
ciento.
El gasto del consumidor ha sido desde hace tiempo un punto débil
para la economía italiana, que ha sido la más lenta de la zona euro por
al menos una década.
Las ventas minoristas en marzo - el dato más reciente disponible -
cayeron por cuarto mes consecutivo y bajaron un 3 por ciento sin ajuste
por estacionalidad en la comparación interanual, lo que indica una
contracción mucho más marcada en términos reales o ajustados por
inflación.
Letta está intentando encontrar recursos financieros para evitar
un aumento planeado en el impuesto sobre las ventas, que entraría en
efecto en julio, y que pesaría aún más en la demanda por bienes.
ISTAT informó el miércoles que el número de personas que viven en
familias consideradas seriamente desposeídas se ha doblado en los dos
últimos años a 8,6 millones, o alrededor de un 14 por ciento de la
población.
La tercera mayor economía de la zona euro se ha contraído desde
hace siete trimestres consecutivos desde mediados de 2011, en la más
larga recesión desde que comenzó la serie trimestral en 1970.
El Fondo Monetario Internacional espera que el Producto Interior
Bruto de Italia caiga un 1,5 por ciento este año tras el declive de un
2,4 por ciento del año pasado y que anote una débil recuperación de un
0,5 por ciento en 2014.
El sondeo de confianza del consumidor de ISTAT mostró que el
subíndice que mide la confianza sobre la economía cayó desde 73,3 a
70,5, mientras que la confianza en las finanzas personales de los
encuestados subió a 92,0 desde 90,5.
El índice sobre el panorama futuro, que incorpora tanto la
situación económica como las finanzas personales, cayó a 80,6 desde 80,8
en abril.
El subíndice sobre la situación actual se mantuvo estable, en 90,1.
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