BRUSELAS.- El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha dicho que el compromiso sobre el presupuesto comunitario para 2014-2020 es "difícil pero necesario" y ha avisado a la Eurocámara de que la falta de acuerdo tendría un coste "demasiado alto" para Europa y los Estados miembros.
"El coste de la falta de acuerdo es demasiado alto, tanto para la Unión como para los Estados miembros sin excepciones", ha dicho Van Rompuy
en una comparecencia para explicar los resultados de la cumbre de la
semana pasada, que fracasó en el intento de pactar el marco financiero
plurianual.
"Mi propuesta cuenta con el apoyo de un gran número de países,
incluso si algunos Estados miembros todavía no están completamente
satisfechos" porque querían más recortes, ha explicado el presidente del
Consejo Europeo.
Van Rompuy ha planteado una rebaja de 80.000 millones de
euros respecto a la propuesta inicial de Bruselas (1,033 billones de
euros), pero la Eurocámara considera "inaceptable" esta reducción y
amenaza también con el veto.
El presidente del Consejo Europeo ha reclamado un "presupuesto de la moderación porque es lo que exigen los tiempos"
y ha admitido que quizá sea necesario hacer más recortes. Pero al mismo
tiempo ha defendido un presupuesto que permita financiar las políticas
europeas.
Van Rompuy ha admitido que el acuerdo es difícil porque "por primera vez no había crecimiento en términos reales" en el presupuesto, "había 27 participantes con vetos en torno a la mesa" y no existía ningún acuerdo previo entre Estados miembros.
Por ello, ha pedido a los líderes europeos -cuando se vuelvan a
reunir a principios de 2013 para intentar de nuevo el acuerdo- "definir
conjuntamente las prioridades europeas y no hacer únicamente cálculos
individuales sobre cómo minimizar lo que cada Estado miembro pone y
maximizar lo que gana".
"No debemos caracterizar este proceso como una lucha entre ricos y pobres, entre el norte y el sur", ha dicho.
También el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barros, ha dicho que la "enorme mayoría" de Estados miembros apoyaba el plan Van Rompuy
y ha atacado, sin nombrarlo, al primer ministro británico, David
Cameron, por sus críticas a los eurofuncionarios y las instituciones
comunitarias por sus elevados salarios y gastos.
"Hubo un aspecto que no me gustó nada durante este Consejo Europeo:
las críticas muy activas y el ensañamiento por parte de algunos en los
pasillos contra las instituciones comunitarias, en particular la
Comisión", ha dicho Barroso.
"Durante el Consejo Europeo hice una fuerte defensa de un
servicio público europeo fuerte, competente e independiente", ha
resaltado, frente a los países que como Reino Unido o Alemania reclaman
un gran recorte del gasto administrativo.
El presidente de la Comisión ha destacado además que Londres se
beneficia de los fondos europeos para I+D incluso más que otros países
de los fondos regionales y ha criticado el "discurso populista y demagógico" contra Europa.
Varios grupos políticos, entre ellos el líder liberal, Guy
Verhofstadt, han atacado a Cameron por considerarlo responsable del
fracaso de las negociaciones. El presidente del grupo popular, Joseph
Daul, ha celebrado este fracaso por considerar que "más vale que no haya acuerdo a un acuerdo a la baja".
Por su parte, el líder socialista, Hannes Swoboda, ha criticado el "nacionalismo" y el "egoísmo" en las negociaciones del Consejo Europeo,
mientras que Verhofstadt y el líder de los Verdes, Daniel Cohn-Bendit,
han dicho que la única forma de acabar con estos debates es poner fin a
las contribuciones nacionales y crear fuentes de financiación propias
para la UE.
En contraste, el portavoz del grupo de Conservadores y
Reformistas, en el que están los tories británicos, Jan Zahardil, ha
rechazado la "retórica de guerra" del Parlamento contra los
Gobiernos y ha dicho que líderes de todos los partidos, como la
canciller Angela Merkel, conservadora, o el primer ministro holandés,
Mark Rutte, liberal, defendieron las restricciones presupuestarias.
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