BRUSELAS.- La presidencia chipriota de la UE contempla en
su última propuesta de compromiso sobre el presupuesto de la UE para el
periodo 2014-2020 un recorte de 50.000 millones de euros sobre la
propuesta original de Bruselas, incluidos 13.600 millones menos en
infraestructuras, y avisa de que todavía se necesitarán más reducciones
para lograr un acuerdo.
El Ejecutivo comunitario preveía un gasto de la UE durante el
periodo 2014-2020 de 972.000 millones de euros, un 5% más que en las
actuales perspectivas financieras. El compromiso chipriota "no cuenta
con el apoyo de la Comisión", que seguirá defendiendo su plan original,
según ha anunciado en un comunicado.
Tampoco la Eurocámara ve con buenos ojos la propuesta chipriota y
advierte de que es una "mala señal" sobre lo que deben ser las
prioridades de la Unión Europea en los próximos años y que "contradice" a
la apuesta anunciada por los Veintisiete por el crecimiento y el
empleo.
Los jefes de Estado y de Gobierno celebran una cumbre
extraordinaria el 22 y 23 de noviembre para tratar de cerrar un acuerdo
sobre el marco financiero. Dos países han amenazado ya con el veto:
Reino Unido, que pide más recortes; y Dinamarca, que exige
compensaciones para disminuir su contribución neta.
Por primera vez desde el inicio de las negociaciones, el
compromiso chipriota reconoce que habrá ayudas específicas para las
denominadas "regiones en transición", las que tienen un PIB per cápita
entre el 75% y el 90% de la media comunitaria. En esta categoría
quedarán englobadas Andalucía, Galicia, Castilla-La Mancha y Murcia
(aunque esta última ya recibía menos ayudas en el periodo anterior por
superar el umbral del 75%).
Para todas ellas, la presidencia propone que sigan recibiendo el
63% de las ayudas del periodo actual (frente al 66% que proponía
Bruselas). No obstante, la cifra aparece entre corchetes, lo que
significa que todavía puede ser objeto de más recortes. De hecho, Chipre
alerta que sólo las regiones más pobres se salvarán si hay más
reducciones.
De este modo, Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha -que en la
actualidad son objetivo prioritario de la política regional de la UE
pero que ya superan el umbral del 75% de la riqueza media comunitaria-
conservarían durante los próximos siete años al menos el 63% de las
ayudas europeas.
Este compromiso incluye además fondos específicos para Murcia
(también el 63% de lo que recibe ahora) y para Canarias por su condición
de región ultraperiférica, mientras que Extremadura mantendrá el nivel
de subvenciones del actual periodo 2007-2013 porque su PIB sigue siendo
inferior al 75% de la media comunitaria.
Fuentes europeas consultadas opinan que las negociaciones han logrado logrado "avances" en este punto hasta llegar a cierto equilibrio entre
las posiciones, por lo que no esperan que el recorte vaya más allá en lo
que se refiere a las regiones de transición.
Sin embargo, el recorte más importante propuesto por la
presidencia chipriota tiene que ver con el plan de estímulo para las
infraestructuras europeas que Bruselas quiere dotar con 50.000 millones
de euros, pero para el que el borrador de acuerdo reserva 36.314
millones.
Se trata de un instrumento llamado 'Connecting Europe' con el que
se quiere apoyar el desarrollo de infraestructuras en el campo de la
energía, los transportes (incluido el Corredor del Mediterráneo) y las
telecomunicaciones.
El Ejecutivo comunitario planteó una partida específica de 40.000
millones de euros para este mecanismo, al que se añadirían otros 10.000
millones procedentes del Fondo de Cohesión.
Tras los contactos informales con los Estados miembros, la
presidencia chipriota constató que era "necesario recortar" estos
fondos, según fuentes europeas, lo que se ha traducido en una rebaja del
30 por ciento, esto es, 13.600 millones de euros menos de lo planteado
por Bruselas.
El borrado de acuerdo lo examinarán formalmente por primera vez
este miércoles los Estados miembros en una reunión a nivel de
embajadores en Bruselas, que dará paso a partir de la próxima semana a
los contactos bilaterales que el presidente del Consejo, Herman Van
Rompuy, quiere mantener con los gobiernos europeos antes de la Cumbre
extraordinaria de noviembre.
De cara a estos contactos, fuentes de la presidencia chipriota han
advertido de que la rebaja de 50.000 millones es el punto de partida
para la negociación y que aunque en su propuesta hay partidas que no se
han visto afectadas por el momento, "ningún capítulo de los presupuestos
debería quedar libre de los recortes".
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