ROMA.- La economía italiana está de nuevo al borde de la recesión, tras contraerse en el tercer trimestre del año 2011 su Producto Interior Bruto (PIB) un 0,2%, según ha informado el Instituto nacional de Estadística italiano (ISTAT).
Además, la oficina estadística ha revisado a la baja las estimaciones de crecimiento del PIB para los primeros dos trimestres del 2011 en términos interanuales. En concreto, ha recortado del 1% al 0,8% el dato del primer trimestre, mientras que el del segundo trimestre pasa del 0,8% al 0,7%.
Así, el PIB italiano ha disminuido del 0,2% respecto al trimestre precedente, después de crecer tres décimas en el segundo trimestre del año, pero creció un 0,2% respecto al mismo periodo del año anterior. De esta manera, en el conjunto del año la economía italiana previsiblemente crecerá un 0,5%.
Según ha destacado el ISTAT, en el periodo de junio a septiembre "todos los componentes de demanda interna se contrajeron". Sin embargo, las importaciones se han reducido en un 1,1%, mientras que las exportaciones han crecido del 1,6%.
El plan de ajuste presentado por el Ejecutivo la semana pasada ante las Cámaras se prevé que se apruebe este jueves de forma definitiva en el Senado, después de que la Cámara de los Diputados haya aprobado el texto del plan de austeridad el pasado viernes. Este plan, según las previsiones del Ejecutivo, servirá para impulsar "el crecimiento" económico en Italia, según confirmó la ministra de Trabajo, Elsa Fornero.
Por otra parte, catorce bancos italianos han emitido bonos con la garantía del Estado por valor un total de 40 millones de euros, después de la subasta de liquidez a tres años celebrada por el Banco Central Europeo (BCE) de este miércoles.
Las obligaciones garantizadas por el Estado, según las previsiones del plan de ajuste que el Ejecutivo aprobará en los próximos días, han sido utilizadas como colaterales para obtener financiación de la BCE.
El banco 'Intesa San Paolo' ha emitido obligaciones por valor de 12.000 millones, 'Unicredit por valor de 7.500 millones, Banco Popular de 3.000 millones, el banco Popular de Vicenza de 1.500 millones, Carige de 1.300 millones, Dexia Crediop de 1.050 millones, Popolare de Sondrio de 1.000 millones, Credem de 800 millones, 'Bper' de 750 millones, Iccrea de 290 millones y Banca Etruria de 100 millones.
Piden moción de confianza
El Gobierno del primer ministro italiano Mario Monti pidió el miércoles una moción de confianza a la Cámara alta para concluir la aprobación del paquete de austeridad de 33.000 millones de euros.
La votación está prevista para la tarde del jueves. El paquete fue aprobado en la Cámara baja la semana pasada y se espera que sea aprobado fácilmente en la Cámara alta. Si Monti pierde la votación, su Gobierno se derrumbaría.
Algunos miembros del partido opositor Liga Norte hicieron sonar silbatos de policía mientras Piero Giarda, ministro para las Relaciones con el Parlamento, pedía la moción.
El presidente del Senado, Renato Schifani, amenazó con disciplinar a los miembros de la Liga, que han ido impugnando cada paso del paquete de austeridad que Monti defiende como vital para salvar al país de una ruina financiera.
"Esto no es un estadio, este es el Parlamento", gritó Schifani. "¡Deberían tener vergüenza! Realmente hemos tocado fondo. Esto es una desgracia", añadió.
Piden moción de confianza
El Gobierno del primer ministro italiano Mario Monti pidió el miércoles una moción de confianza a la Cámara alta para concluir la aprobación del paquete de austeridad de 33.000 millones de euros.
La votación está prevista para la tarde del jueves. El paquete fue aprobado en la Cámara baja la semana pasada y se espera que sea aprobado fácilmente en la Cámara alta. Si Monti pierde la votación, su Gobierno se derrumbaría.
Algunos miembros del partido opositor Liga Norte hicieron sonar silbatos de policía mientras Piero Giarda, ministro para las Relaciones con el Parlamento, pedía la moción.
El presidente del Senado, Renato Schifani, amenazó con disciplinar a los miembros de la Liga, que han ido impugnando cada paso del paquete de austeridad que Monti defiende como vital para salvar al país de una ruina financiera.
"Esto no es un estadio, este es el Parlamento", gritó Schifani. "¡Deberían tener vergüenza! Realmente hemos tocado fondo. Esto es una desgracia", añadió.
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