martes, 25 de enero de 2011

Sigue la presión sobre el gobierno tunecino, en plena visita diplomática de EEUU

TÚNEZ.- La presión popular contra el gobierno interino de Túnez, que integran figuras del depuesto régimen de Ben Alí, se mantenía este martes, en medio de versiones sobre una inminente reorganización del gabinete, mientras un alto diplomático estadounidense visitaba la capital. 

El más alto responsable de la diplomacia estadounidense para Medio Oriente, Jeffrey Feltman, primer dirigente occidental que viaja a Túnez desde la huida del ex presidente Zine El Abidine Ben Alí a Arabia Saudita, el pasado 14 de enero, dijo esperar que el "ejemplo" del levantamiento tunecino traiga reformas al mundo árabe.
Feltman también indicó que Estados Unidos apoya las reformas llevadas a cabo por el gobierno interino tunecino, pero que sólo las elecciones traerán la democracia al país.
En la capital, cientos de tunecinos se manifestaron por primera vez este martes en la capital para apoyar al gobierno interino, mientras miles de personas pedían la renuncia de dicho gabinete en un lugar cercano del centro de la ciudad de Túnez, constató un periodista francés.
"¡Sí al gobierno de unidad nacional!" y "no al vacío de poder", coreaban los manifestantes en la céntrica avenida Burguiba, cerca de una multitud de personas que pedían la renuncia del gabinete interino.
Por su parte, desde el alba, unos mil manifestantes exigieron nuevamente ante la sede del primer ministro Mohamed Ghanuchi la dimisión del gobierno de transición, en el que son preponderantes miembros del ex régimen de Ben Alí, quien dirigió Túnez con mano de hierro durante 23 años.
El número de manifestantes fue aumentando por la mañana a medida que iban llegando al lugar otros grupos, entre ellos estudiantes. En las primeras horas de la tarde eran unos 4.000, según un militar, o sea un poco menos que la víspera.
Desafiando el toque de queda, la gran mayoría de ellos permanecieron en la plaza de la Kasbah, bajo las ventanas del despacho del primer ministro, por segunda noche consecutiva.
"Nos quedaremos hasta que se vayan", declaró Mehrezia Mehrez, una mujer que vino desde Kaserín (centro-oeste del país) con su marido y sus dos hijas.
"La batalla se librará en Túnez. Es por eso que estamos aquí. Hay que hacer caer el gobierno. Son como un cáncer, hay que limpiar todo", afirmó Lotsi Abbes, farmacéutico del sur del país. "No nos contentaremos con una reorganización" ministerial, agregó.
El portavoz del gobierno y ministro de Educación Taieb Baccuch anunció el lunes que una reorganización gubernamental era inminente, "quizá entre hoy y mañana" (martes), pero se pronunció "a título personal" por el mantenimiento en los cargos de ministros de Ben Alí para mantener "la continuidad del Estado".
Baccuch consideró necesario reemplazar a los cinco ministros que dimitieron la semana pasada (tres sindicalistas, un opositor y un ministro del anterior partido en el poder), y estimó que habría "quizás otras dimisiones".
El ministro de Relaciones Exteriores, Kamel Morjane, que ocupaba el mismo cargo en el régimen de Ben Alí, se dijo "dispuesto a irse en cualquier momento" en una entrevista al diario tunecino La Nation, aunque agregó que "el futuro de Túnez debe ser construido por todos los tunecinos".
"Lo esencial para mí es que se concreten el sueño y la voluntad del pueblo, con o sin mí", agregó Morjane, que en tiempos de Ben Alí fue presentado a menudo como el favorito de Estados Unidos a su sucesión.
Morjane se reunió el lunes con Feltman, que acababa de llegar a la capital tunecina.

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