En una entrevista al diario alemán 'Hamburger Abendblatt', Zimmerman destaca que, desde el año 2015, Alemania perderá cada año 250.000 ciudadanos, por lo que el número de trabajadores que necesitará el mercado alcanzará los tres millones.
Asimismo, alerta de la necesidad en concreto de incorporar trabajadores con formación cualificada, ya que el porcentaje de empleados con baja cualificación está aumentando al mismo tiempo que el envejecimiento del mercado laboral.
En este sentido, advierte de que esto podría provocar un descenso del Producto Interior Bruto y de la riqueza en algunas zonas del país, así como "enormes problemas financieros" al tener que financiar el sistema de la Seguridad Social con menos trabajadores. A su vez, esto requeriría retrasar la edad de jubilación hasta alrededor de los 70, y podría incluso no ser suficiente.
Por otro lado, Zimmerman destaca también la "significativa" recuperación que ha llevado a cabo la economía alemana, gracias al sólido comportamiento de las exportaciones, lo que ha permitido elevar las previsiones de crecimiento para el país.
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