"La población es invitada a estar atenta a las personas de su entorno, familias y amigos, tras un aumento de decesos debido a la prolongada ola de calor", precisó el ministerio de Salud en un comunicado.
"Varios centenares de muertes suplementarias han sido constatados", indicó un portavoz de la Agencia de Protección Sanitaria (HPA), que comparó los datos de mortalidad con los producidos en los últimos 10 años en la misma época.
El mercurio llegó a 31,7 grados celsius el viernes en Gravesend, en la desembocadura del Támesis, un récord para 2010.
En el sureste de Inglaterra, la temperatura podría llegar este sábado a los 31 grados, antes de descender a 28 el domingo.
La ola de calor que se abatió sobre Europa en 2003 causó 2.000 a 3.000 muertes suplementarias en Inglaterra y unas 30.000 más por encima de lo normal en todo el continente, según la HPA.
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