martes, 30 de marzo de 2010

India busca ser la economía de crecimiento más rápido en el mundo

NUEVA DELHI.- Un repunte sin precedentes en las manufacturas, generado en parte por las medidas gubernamentales de estímulo económico, que han sacado a India de la recesión más rápido de lo que muchos creían posible.

El optimismo es tanto que el Ministerio de Finanzas de India, encabezado por Pranab Mujeryí -un hombre poco propenso a las exageraciones- ha lanzado un pronóstico atrevido: India podría superar pronto las tasas de crecimiento de China.

"Es posible que India se coloque en un crecimiento de dos dígitos e incluso que se convierta en la economía con el crecimiento más rápido del mundo en los próximos cuatro años", señaló el ministerio como parte de un estudio económico difundido en febrero.

Pero la clave está ahora en reducir la diferencia entre lo posible y lo probable.

Ante la creciente productividad de los trabajadores indios y la gran población en edad laboral, ciertamente es posible que la economía de India se acelere más, consideran economistas y empresarios.

Pero en la práctica, superar a China requeriría de cambios fundamentales en la forma en que India hace negocios. La infraestructura deteriorada o inexistente y la obstructiva burocracia gubernamental son considerados lastres para las empresas grandes y pequeñas.

Y pocos piensan que desaparecerán pronto las trabas burocráticas y políticas que hacen difícil la ejecución de los planes, incluso los mejor trazados.

También está en duda la forma en que un crecimiento más rápido beneficiará a la masa de habitantes de India que han percibido pocas o nulas mejorías a raíz del encomiado crecimiento económico que ocurrió a raíz de la liberalización, a comienzos de la década de 1990.

Hasta ahora, la transformación económica sólo ha empeorado la desigualdad de los ingresos en India, y pese a cinco años de crecimiento cercano al 9%, más de 450 millones de personas ganan menos de 1,25 dólares al día. Un problema similar de desigualdad agravada se presenta en China, que ha crecido a un promedio de 9,7% anual durante las últimas tres décadas.

Pero los mayores niveles de inversión empresarial en la última década han elevado las ganancias y los salarios, y a su vez, han generado un cúmulo de ahorro empresarial y doméstico que era inimaginable en India hace 10 años.

"La capacidad productiva de la economía se ha ido para arriba", dijo la ex economista del Fondo Monetario Internacional Renu Kohli. "Mi única reserva es que, en cuanto a la implementación y ejecución de proyectos y políticas, India se mueve lenta. No se mueve a la velocidad de China".

La financiación no es el problema, ni la falta de nuevas ideas, consideró.

"La limitación reside en asuntos de procedimiento, adquisición de tierras y la capacidad, incluso de los participantes privados, de ejecutar esos proyectos sin demoras", explicó. "Para que eso cambie, no está claro qué puede aportar un presupuesto o una reforma de las políticas".

Las prioridades de gasto de India en su nuevo presupuesto, presentado el 26 de febrero, son los programas sociales y la infraestructura. El próximo año fiscal, el gobierno planea erogar 1,37 billones de rupias (30.000 millones de dólares) en programas sociales y 1,7 billón (37.900 millones de dólares) en infraestructura.

Esa combinación refleja la estrategia general del gobernante Partido del Congreso: elevar el crecimiento económico mediante políticas favorables al mercado y redistribuir después los remanentes mediante una combinación de gasto social, subsidios y programas de garantía del empleo.

Muchos dicen que para sostener el crecimiento en el largo plazo la nación debe hacer una mejor tarea para enriquecer a millones de personas de los estratos inferiores.

El destino de India está menos vinculado a los mercados globales que el de China, dependiente de las exportaciones. Pero sí se relaciona mucho con la economía rural. El poner dinero en las manos de los pobres o de quienes prácticamente lo son ha ayudado a impulsar la demanda interna.

Los programas que han ayudado más _préstamos por más de 15.000 millones de dólares a los agricultores, un programa masivo de garantía de empleo rural y precios mínimos más altos para el arroz y el trigo_ fueron implementados de cara a las elecciones nacionales del año pasado.

Pero terminaron protegiendo a buena parte de la economía contra la crisis mundial, dijo Himanshu, profesor de economía en la Universidad Jawaharlal Nehru en Nueva Delhi, quien se identifica con un solo nombre.

A menos que los ingresos rurales suban, India podría toparse con un cuello de botella en la demanda interna, dijo Himanshu.

"Un 60% de nuestra población labora todavía en la agricultura", dijo. "Incluso el sector empresarial dice ahora que para el crecimiento, lo que se requiere es que crezca la parte de abajo, porque ése es su mercado".

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