miércoles, 10 de marzo de 2010

Amorim dice que si se acaba el embargo habrá "evolución política" en Cuba

BRASILIA.- El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, afirmó hoy que "si alguien está interesado en que haya una evolución política en Cuba, hay una receta que es muy rápida: acabar con el embargo" de EE.UU. a ese país.

Según dijo el canciller a periodistas, si se pusiera fin a las sanciones económicas que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde 1962, "eso solo traería grandes cambios políticos" en la isla.

Amorim fue preguntado sobre unas polémicas declaraciones del jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien comparó a los presos políticos cubanos con los delincuentes comunes detenidos en las cárceles de Brasil.

"Tenemos que respetar la determinación de la justicia y del gobierno cubanos. La huelga de hambre no puede ser un pretexto de los derechos humanos para liberar a las personas. Imaginen si todos los delincuentes presos en São Paulo hicieran un ayuno para pedir su liberación", declaró Lula a una agencia de noticias estadounidense.

Amorim recordó que el propio Lula hizo una huelga de hambre en la época de la última dictadura brasileña (1964-1985) y consideró que en esas declaraciones hacía una especie de "autocrítica" sobre el efecto que tienen esas protestas.

El canciller aseguró que "Brasil está muy comprometido con ayudar a Cuba a través de inversiones, comercio e infraestructura" y dijo que "esas mejoras traerán otros cambios", que "el propio pueblo cubano sabe que ocurrirán".

En relación al apoyo pedido por sectores de la disidencia cubana a Lula, para que abogue ante el Gobierno de Raúl Castro en favor de la liberación de los presos políticos, Amorim declaró que "hay mucha gente que pide apoyo de Brasil, pero eso no se le puede dar a todo el mundo".

El ministro subrayó que el Gobierno brasileño "está comprometido con la defensa de la democracia y con los derechos humanos", pero también "tiene experiencia en que las condenas no siempre tienen un efecto práctico".

La comparación hecha por Lula entre los presos políticos de Cuba y los delincuentes brasileños repercutió hoy en el Congreso, donde la oposición intentó aprobar una moción de censura por la falta de libertades en la isla, que fue vetada por la mayoría oficialista.

"Es lamentable que la base (parlamentaria) del Gobierno se niegue a ver las flagrantes violaciones de los derechos humanos en Cuba, como si no bastase con las tan desastradas declaraciones del presidente Lula", declaró el diputado Raúl Jungmann, del opositor Partido Popular Socialista y autor de la propuesta.

La divulgación de las declaraciones de Lula coincidió con un nuevo pedido de la disidencia cubana para que el presidente brasileño interceda ante el Gobierno de Castro en favor de los presos políticos y, en especial, de Guillermo Fariñas, quien lleva quince días en huelga de hambre.

El "Comité pro Libertad de los Prisioneros Políticos Cubanos Orlando Zapata Tamayo" hizo el pedido a través de una carta, que no fue recibida en la embajada brasileña en La Habana por una alegada "falta de firmas".

Algo parecido ocurrió durante una visita que Lula hizo a Cuba hace quince días, que coincidió con la muerte del disidente Orlando Zapata Tamayo tras una huelga de hambre y por quien también se le había pedido al líder brasileño que abogase.

Aunque después lamentó el deceso de Zapata Tamayo, Lula negó que hubiese recibido algún pedido de la oposición y mantuvo silencio ante Raúl Castro cuando éste dijo que el disidente no era más que un "delincuente común" y culpó de su muerte a Estados Unidos.

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