miércoles, 4 de marzo de 2009

Brown ofrece a EEUU un "nuevo acuerdo" con su "amiga Europa" para superar la crisis

WASHINGTON.- El primer ministro británico, Gordon Brown, invocó hoy en el Congreso de Estados Unidos un "nuevo acuerdo" mundial que permita superar el colapso de los sistemas financieros mediante una más estrecha cooperación entre Washington y su "amiga Europa", donde aseguró que se encuentran los "líderes más pro-americanos que se recuerdan".

En una comparecencia histórica en el Capitolio, Brown elogió la trayectoria norteamericana como un espacio de libertad que en el pasado catalizó la salida de crisis como la que actualmente asola los mercados de todo el planeta y apostó por reeditar este liderazgo. "Ahora más que nunca el resto del mundo quiere trabajar con vosotros", aseguró a los congresistas, quienes saludaron con aplausos numerosos pasajes de su discurso.

Tras convertirse en el quinto británico en intervenir ante la Cámara de Washington, el mandatario retomó las líneas principales del discurso que ha venido defendiendo desde el estallido de la crisis y subrayó el carácter "global" de la vigente coyuntura y la necesidad de afrontarla con el mismo sentido de conjunto para superarla: "Si algo nos han enseñado estos tiempos es que los mayores retos que afrontamos son globales".

En consecuencia, recordó que "no importa dónde comience", puesto que "la nueva frontera es que no hay fronteras", y justificó los nuevos métodos en base a que "problemas globales necesitan soluciones globales", que en el caso de la economía pasan por un rechazo al proteccionismo, la adopción de estímulos fiscales acompasados y las posibilidades que abren la actuación sobre los tipos de interés.

Así, instó a aprovechar citas comunes como la que el próximo 2 de abril se celebra en Londres con la reunión del G-20 para dar forma a compromisos que permitan dejar atrás la recesión declarada en la mayoría de las economías mundiales y garantizar que las soluciones llegan a todos. Una apuesta que pasa por "aprovechar el momento, porque nunca antes ha habido un mundo tan dispuesto a trabajar unido", ni "jamás había sido tan necesario".

Para ello, aseguró al Congreso que en Europa "tiene los líderes más pro-americanos que se recuerdan". "Ya no hay una vieja Europa, ni una nueva Europa, hay sólo tu amiga Europa", trasladó al Capitolio, retomando así retóricas de los últimos años de separación entre Washington y algunas naciones a este lado del Atlántico, como Francia, enfrentada con la Administración Bush por la guerra de Irak o la propia España, de la que el hasta el pasado 20 de enero presidente americano se distanció a raíz de la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de retirar las tropas del país del Golfo Pérsico.

En contraposición a estos episodios, Brown declaró que "se puede conseguir más trabajando juntos" con estrategias que permitan combinar "no sólo una sociedad en materia de seguridad" como la que han venido defendiendo los distintos países en reacción a la amenaza del terrorismo, "sino en prosperidad también".

"Un huracán económico ha barrido el mundo y la historia nos ha llevado a un punto en el que el cambio es esencial", aseveró.

Para el primer ministro, "la tarea es reconstruir" ambos apartados, el de la prosperidad y el de la seguridad, pero "en un completamente diferente mundo económico" en el que los ámbitos de competencia "ya no son locales, sino globales" y reveses sufridos por un banco dejan de constituir un problema nacional para alcanzar una escala internacional.

En consecuencia, subrayó la necesidad de "entender qué fue mal en esta crisis" y cuáles son los instrumentos financieros que aparecen como vitales para evitar riesgos globales en el sistema bancario e impedir un efecto de contagio en todo el planeta. "Las instituciones están hoy tan interconectadas que un mal banco en un lugar es una amenaza para los buenos bancos en todas partes", apuntó.

En esta línea, explicó que si sus cuatro predecesores se habían dirigido al Congreso "en épocas de guerra para hablar de guerra", el contexto actual presenta "nuevas y diferentes batallas que han de ser libradas juntos en una economía global en crisis y un planeta en peligro" por graves realidades como el calentamiento del planeta, la proliferación nuclear o la pobreza extrema.

No obstante, en un mensaje más amplio, advirtió de que "no se puede esperar que América y unos pocos países soporten solos la carga de los estímulos fiscales y de los intereses", por lo que apeló a "compartirlos globalmente" a partir de una reducción generalizada de tipos y una batería de medidas tributarias aplicadas en todo el planeta equivalentes a la escala de la recesión vigente y de la recuperación a la que se aspira.

Un reto por conseguir en un "momento definitorio de la historia" que requiere "renovar la relación especial" que une a los diferentes países y generaciones para lograr así "restaurar la prosperidad y proteger este planeta".

"Con fe en el futuro, podemos construir juntos el mañana hoy", declaró, convencido de que "no es un optimismo ciego para consolar a la gente, sino la afirmación práctica de la posibilidad de un mejor futuro".

Por último, en un discurso marcadamente económico, Brown quiso también recurrir a otras constantes de la agenda internacional, como la paz en Oriente Próximo con una "solución de dos estados" que permita un Israel seguro en sus fronteras existentes con un Estado Palestino viable; o la recuperación de las relaciones con Irán, al que trasladó el "sencillo mensaje" de que debe cesar sus amenazas y suspender su programa nuclear para "reunirse con la comunidad internacional".

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