"Es previsible que en este año las remesas vayan disminuyendo, sin embargo, no será de una forma brusca o caída fuerte sino una disminución, una desaceleración a comparación del año pasado", dijo Gabriel Loza, presidente del BCB a los periodistas el miércoles.
"En Bolivia las remesas están activadas en 1.000 millones de dólares que llega a ser un 8% del Producto Interno Bruto (PIB). No es comparativo con relación a países centroamericanos donde se tiene una mayor influencia", acotó.
Además mencionó que una tendencia decreciente, del 30%, comenzó en diciembre por lo que se recurrirá a las Reservas Internacionales Netas (RIN), de más de 8.000 millones de dólares para mitigar el impacto.
"Tenemos el colchón necesario para enfrentar los efectos negativos de la crisis", acotó.
Las remesas que recibe Bolivia son especialmente de los emigrantes bolivianos en España, Argentina y Estados Unidos.
Loza afirmó también que la política cambiaria se mantendrá a pesar de los pedidos de empresarios que sea más flexible y se busque un plan anticrisis.
Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano Exterior (IBCE) pidió a autoridades del gobierno que aseguren un comercio internacional y se elabore un "plan anticrisis".
"La política cambiaria puede atenuar pero no resolver los efectos de una caída de precios mundial como son los precios de productos básicos en la demanda internacional", sostuvo Loza.
El informe de enero del Instituto Nacional de Estadística (INE) reportó que las exportaciones bolivianas sumaron 345,84 millones de dólares, "una cifra menor en 169,64 millones a la presentada en similar período de 2008, cuando llegó a 515,48 millones, registrándose una disminución de 32,91%".
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