domingo, 25 de enero de 2009

España llega sin aire al segundo 'tsunami' del sector financiero

MADRID.- La banca española ha sobrevivido a la primera ola del tsunami financiero desatado en agosto de 2007 con el estallido de la crisis de las hipotecas basura. Por el momento, en contra de lo ocurrido en otros países, ninguna entidad nacional ha quebrado, ni ha necesitado ser rescatada con fondos públicos ni se ha fusionado con un competidor para evitar lo anterior.

Pero ahora que se ha desatado la segunda ola del tsunami, ¿conseguirán los bancos y cajas nacionales aguantar con la misma fortaleza?, se pregunta "El Mundo".

La impresión que, en privado, trasladan los responsables de varias entidades es que, en términos de riesgo para el conjunto del sistema, no hay por qué temer, pero dan por hecho que algún banco o caja caerá.

El PP dice públicamente que el Gobierno está «presto» para intervenir alguna caja, mientras que el Gobierno, a través de su secretario de Estado de Economía, David Vegara, admite que el artículo del decreto de ayudas que permite al Estado entrar en el capital de las entidades financieras está listo para ser usado: «Si hay que hacerlo, se hará, porque ya tenemos las herramientas».

Superados los problemas con los activos subprime, el riesgo para bancos y cajas es la recesión. Hasta este momento pertenecer a España, gracias a la labor del supervisor, era una ventaja.A partir de ahora es un inconveniente, porque no hay ninguna previsión que no sitúe a nuestro país como el último en salir de la crisis.

El problema para el sector es la morosidad. Ha cerrado 2008 ampliamente por encima del 3% y la tasa de cobertura está por debajo del 70%. La hucha para fallidos tiene menos de 70 euros por cada 100 de riesgos.

A la vista de que la cifra de parados no tiene visos de frenar su subida, lo que se traduce inmediatamente en más morosidad, las entidades admiten que, en el mejor de los casos, la tasa de créditos malos se duplicará en 2009, hasta cerca del 7%.

La consecuencia, según explicaba a este diario el consejero delegado de una de las grandes entidades españolas, es que la cobertura caerá, al menos, a la mitad de sus niveles actuales, esto es, al entorno del 30%. Y eso será la media.

Los cálculos en el sector financiero establecen que, como poco, el 20% de los morosos acaba en fallido, es decir, genera pérdidas.Y para salir de esta crisis España no cuenta con la palanca de su propia moneda (para devaluarla) ni de socios fuertes como en el 93 (hoy todo el mundo desarrollado está en recesión).

Así, ese 20% de pérdida (15.000 millones de euros sobre la morosidad actual) agotaría las provisiones de alguna entidad. A partir de ahí, el sufrimiento se traslada a la cuenta de resultados.El director general de La Caixa, Juan María Nin, dijo este jueves que la crisis «terminará afectando las ratio de solvencia y, por tanto, la capacidad de dar crédito» de las entidades, informa Dani Cordero.

El Banco de España calcula que una morosidad del 7% se llevaría el beneficio de todo un año, mientras con un 9% de tasa de dudosos el coste sería de año y medio de ganancias. Desaparecido el beneficio, hay que recurrir a las reservas, el capital de las entidades empieza a reducirse y, si cae por debajo de los niveles mínimos aceptados (un 8% de Tier 1), la entidad debe recabar capital o está abocada a la quiebra.

Es un escenario indeseado, pero que el sector asume que sucederá inexorablemente. Es más, apunta que no se debería esperar hasta el último momento, sino que, antes de que la quiebra esté a la vuelta de la esquina, se busque la mejor solución: inyección de capital público o adquisición por un competidor.

Porque la captación de fondos en los mercados se anticipa imposible.¿Quién va a querer meter su dinero en el rescate de un banco o caja en quiebra? Además, las cajas tienen el problema añadido de cómo conseguir capital vía mercado, toda vez que la emisión de cuotas participativas se prolonga varios meses. Habría que recurrir a instrumentos como las participaciones preferentes.Es cuestión de meses el comprobar cómo se soluciona el deterioro de la solvencia de la banca nacional.

El 'plan Paulson' no entra en los hogares norteamericanos

El Capitolio dio luz verde esta semana a la provisión de la segunda mitad de los fondos incluidos en el plan de rescate de los mercados financieros -el 'plan Paulson'- de octubre. Y lo hizo a regañadientes.Hay un gran descontento sobre cómo el anterior Departamento del Tesoro gestionó los fondos y muchas dudas de que hayan tenido un impacto notable para la economía norteamericana.

La mayoría de los fondos dispensados, 350.000 dólares -265.000 millones de euros, la mitad del total del plan- ha servido para comprar activos en bancos con problemas de viabilidad, incluyendo a gigantes del sector como Bank of America. Los fondos han servido para apoyar a sectores ajenos a las finanzas, como la aseguradora AIG o las tres grandes automovilísticas de Detroit: Chrysler, Ford y General Motors.

El plan, en teoría, debía servir para aportar liquidez a unos mercados que se habían quedado paralizados por el miedo a que sus préstamos a otras entidades no fueran devueltos. Además, debía facilitar la apertura de líneas de crédito a particulares y empresas.

Sin embargo, a su salida del Departamento del Tesoro, Paulson ha sido incapaz de ofrecer datos claros sobre el destino de los 350.000 millones de dólares. De acuerdo con un informe del Congreso, aunque es cierto que algunos bancos han usado los fondos para renegociar hipotecas y dar nuevos créditos, la mayoría los ha utilizado para pagar sus deudas, dar dividendos, equilibrar las cuentas e, incluso, adquirir otras entidades a precio de ganga.Una situación que se explica por la vaga definición que hacía el plan acerca del destino de los fondos. Para acabar de enfadar a los congresistas, esta semana se ha sabido que Citigroup y Bank of America se encuentran aún en una situación delicada, lo que significa que los fondos no han atajado sus problemas.

El dividendo, primera víctima de la menor solvencia

El dividendo, léase obra social en el caso de las cajas de ahorros, se ha convertido en la primera víctima del deterioro de los balances de las entidades financieras españolas.

De momento, ninguna gran entidad se va a atrever a ofrecer incrementos de su beneficio en el año 2008 por encima del 10% y, en la mayor parte de los casos, lo que se registrarán serán caídas.

En parte, porque la banca va a ser prudente y a guardarse parte de los resultados para afrontar el duro año 2009 que se avecina.Y al congelarse o reducirse las ganancias, el dividendo cae.De momento, Banesto -el primer banco en anunciar resultados y fijar su dividendo para todo 2008- va a repartir a sus accionistas el mismo dinero que en 2007. Y en el Popular, el Sabadell, el Santander, BBVA y Bankinter el camino será, en el mejor de los casos, el mismo, según admiten fuentes financieras.

Hay entidades, como el Santander, con complicaciones añadidas.Las sucesivas ampliaciones de capital acometidas por el banco que preside Emilio Botín (mañana se aprueba otra para adquirir el estadounidense Sovereign) han puesto un 30% más de acciones en el mercado, lo que dificulta notablemente el cumplimiento de la promesa del banco de mantener el dividendo por acción.

Hasta este año la banca repartía alrededor de la mitad de su beneficio entre sus accionistas. Mientras, las cajas dedicaban a obra social (su particular dividendo) el 20% de sus ganancias.Esa prudencia ha permitido a estas entidades acumular importantes reservas, pero eso no va a impedir que los fondos dedicados a obra social experimenten un retroceso respecto a las cantidades aportadas en los últimos ejercicios. Otra forma más de sufrir la crisis para las familias.

1 comentario:

  1. La situacion proxima de las cajas de ahorro esta mas o menos clara:El gobierno va a obligar a Caja Madrid a quedarse con la CAM y con CCM.Y a La Caixa a quedarse Caixa Cataluña y Bancaixa.

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