Ya aprobado por la Cámara de Diputados, donde el partido en el poder es mayoritario, este presupuesto fue finalmente adoptado este martes por el Senado, controlado por la oposición, al término de una larga confrontación con el gobierno.
Esta partida adicional para el presupuesto incluye ayudas financieras directas a los hogares de 2 billones de yenes (17.000 millones de euros) para reactivar el consumo, una medida fuertemente criticada por la oposición y vista con escepticismo por la opinión pública.
No obstante, el primer ministro, Taro Aso, ha hecho de estas ayudas un pilar del plan de recuperación para la segunda economía del planeta, sumida en recesión desde el tercer trimestre de 2008.
Aso no sólo encara la reticencia de la opinión pública, que según los sondeos estima que la iniciativa es un derroche de dinero público, sino que varios miembros de su mayoría parlamentaria han expresado su rechazo, por temor a que agrave la colosal deuda del Estado.
El plan de reactivación económica aprobado por el parlamento es el segundo para el año presupuestario 2008-2009, después de una primera inyección de 1,8 billones de yenes (15.300 millones de euros) adoptada en octubre.
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