El tribunal bávaro designará a partir de la solicitud de la compañía un administrador provisional que examinará la situación de la empresa en los próximos días.
La solicitud de insolvencia es el resultado de la pronunciada caída en los precios de las memorias DRAM y el drástico descenso en el acceso a financiación en los mercados de capitales, lo que ha provocado el deterioro de la posición financiera de Qimonda, explicó la compañía.
"Esperamos continuar con nuestra actividad en el contexto de nuestro programa de reestructuración y con el apoyo del administrador temporal y nuestra plantilla", dijo el presidente y consejero delegado de la compañía, Kin Wah Loh.
De este modo, el consejo de Qimonda mostró su voluntad de reestructurar los negocios principales de la empresa en el marco del proceso de insolvencia y como continuación del program de reorganización y reducción de costes presentado el pasado mes de octubre.
Qimonda, que cuenta con unos 12.200 empleados repartidos por todo el mundo, anunció el pasado mes de diciembre que había pactado un paquete de ayudas con el Estado de Sajonia y una institución financiera de Portugal por importe de hasta 325 millones de euros.
En concreto, este paquete de ayudas incluía un préstamo de 150 millones de euros por parte del Estado de Sajonia, así como un crédito de 100 millones proveniente de una institución financiera portuguesa y otro préstamo de 75 millones por parte de su matriz, Infineon.
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