BUENOS AIRES.- Argentina entregó ayer jueves una nueva prueba de que su boom económico se está atenuando al reportar un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 6,5 por ciento interanual en el tercer trimestre, su menor salto en más de cinco años.
El país sudamericano está cerrando su sexto año de expansión, con una tasa estimada en torno al 7 por ciento, lejos del piso del 8,5 por ciento que registró en el lustro 2003-2007.
Y las previsiones privadas para el 2009 no descartan una recesión.
La actividad económica del tercer trimestre del 2008 fue la de menor ritmo desde el primer trimestre del 2003, y quedó debajo del 7,6 por ciento que esperaba el mercado, y en los primeros nueve meses del año acumula un aumento del 7,5 por ciento.
En relación con el segundo trimestre del año, el PIB del país sudamericano aumentó un 1,3 por ciento, dijo el Gobierno.
La inversión creció apenas un 8,4 por ciento en el tercer trimestre respecto del mismo período del año previo, el ritmo más bajo desde el cuarto trimestre del 2002, año en que la economía del país se contrajo un 10,9 por ciento.
En tanto, el consumo privado, que representa un 65 por ciento del PIB, aumentó un 6,6 por ciento, el nivel más bajo en cinco años y medio.
Luego de atravesar uno de los ciclos económicos más exitosos de su historia moderna, Argentina comienza a mostrar una desaceleración en sus principales indicadores industriales, como construcción y producción automotriz, lo que llevó al Gobierno a lanzar ambiciosos planes de reactivación.
El país sudamericano está cerrando su sexto año de expansión, con una tasa estimada en torno al 7 por ciento, lejos del piso del 8,5 por ciento que registró en el lustro 2003-2007.
Y las previsiones privadas para el 2009 no descartan una recesión.
La actividad económica del tercer trimestre del 2008 fue la de menor ritmo desde el primer trimestre del 2003, y quedó debajo del 7,6 por ciento que esperaba el mercado
En relación con el segundo trimestre del año, el PIB del país sudamericano aumentó un 1,3 por ciento, dijo el Gobierno.
La inversión creció apenas un 8,4 por ciento en el tercer trimestre respecto del mismo período del año previo, el ritmo más bajo desde el cuarto trimestre del 2002, año en que la economía del país se contrajo un 10,9 por ciento.
En tanto, el consumo privado, que representa un 65 por ciento del PIB, aumentó un 6,6 por ciento, el nivel más bajo en cinco años y medio.
Luego de atravesar uno de los ciclos económicos más exitosos de su historia moderna, Argentina comienza a mostrar una desaceleración en sus principales indicadores industriales, como construcción y producción automotriz, lo que llevó al Gobierno a lanzar ambiciosos planes de reactivación.
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