En estos comentarios realizados durante la reunión de representantes del G20 celebrada este fin de semana en Sao Paulo, Lagarde indicó que "la actitud 'a la vieja escuela' demostrada por el FMI ha dejado algunas cicatrices". "Creo que existe un verdadero problema de comunicación, y quizás se deberían cambiar los métodos", añadió.
"Algunos estados recuerdan que el FMI emplea una aproximación muy ortodoxa e imperialista a la hora de realizar análisis económicos, o bien a la hora de establecer las estimaciones que se esperan de determinados países", indicó. Lagarde recordó su reunión de ayer con la presidenta argentina, Cristina Fernández, cuyo Gobierno es uno de los mayores críticos del FMI.
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