Las proyecciones indican que la UE-15 en su conjunto conseguirá alcanzar su objetivo de reducir un 8% las emisiones en el periodo 2008-2012 respecto a 1990, gracias a una combinación de políticas y medidas ya vigentes, a la compra de créditos de emisión con proyectos en terceros países, y a actividades de silvicultura que permiten absorber carbono de la atmósfera.
Las únicas ovejas negras son Dinamarca, Italia y España. España estaba autorizada a aumentar un 15% sus emisiones. Pero en 2006, las emisiones de España eran un 50% superiores a las de 1990. Con las medidas y políticas existentes, las emisiones seguirán aumentando hasta situarse un 52% por encima del año de referencia en 2010.
La compra de créditos de emisión con proyectos en países terceros permitirá a España un recorte del 19,9%, mientras que las actividades de reforestación traerán consigo una reducción del 2% y la aplicación de medidas adicionales de lucha contra el cambio climático podrían suponer otra disminución del 9,6%.
Pero incluso con todas estas medidas, las emisiones de España serán un 20% superiores a las de 1990, es decir, que en el mejor de los casos el país se quedará a 5 puntos de lograr su objetivo.
En contraste, cuatro Estados miembros (Francia, Grecia, Suecia y Reino Unido) habían alcanzado ya su objetivo de Kioto en 2006, y otros ocho (Austria, Bélgica, Finlandia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal), prevén hacerlo antes de la fecha tope.
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