sábado, 24 de noviembre de 2007

La apreciación del euro pone a prueba la serenidad de Alemania

BERLÍN.- Hasta ahora serena frente al avance imparable del euro, Alemania comienza a mostrar un cierto nerviosismo por la continua apreciación de la divisa única europea, pues podría perjudicar a sus exportaciones, cruciales para el crecimiento de la primera potencia económica del continente.

La canciller alemana, Ángela Merkel, recalcó el problema que un euro fuerte supone para sus exportadores. "Estamos satisfechos de tener una moneda sólida pero para las exportaciones representa un problema (...) Estamos trabajando en el ámbito internacional para que las monedas se equilibren de forma razonable", dijo en una entrevista con la televisión N24.

Estas declaraciones marcan un punto y aparte en la actitud de calma que hasta ahora mantenía la primera economía de la zona euro. Además, para colmo, la divisa europea, que ya roza los 1,50 dólares, batió a principios de noviembre el récord establecido hace más de 12 años por el marco alemán. Esta semana, el presidente alemán de Airbus, Thomas Enders, declaró que el euro había sobrepasado "el límite de lo soportable".

El viernes, Matthias Wissmann, presidente de la patronal automovilística VDA, uno de los pilares de la economía alemana, indicó que la fortaleza del euro complicaba su tarea y no facilitaba las exportaciones a las zonas que tienen el dólar como moneda, es decir, a EEUU, una parte de Asia y América Latina.

También esta semana, el prestigioso economista Peter Bofinger, consejero del Gobierno alemán, rompió un tabú y pidió al Banco Central Europeo (BCE) que frene la subida de la moneda única. "Hacemos como si la evolución del mercado de divisas fuera fruto del destino, un acontecimiento natural inevitable. Es lamentable. Podemos intervenir con éxito", declaró.

Ayer viernes, Gustav Horn, director del instituto económico IMK, se pronunció en la misma dirección. "Pido intervenciones en el mercado de cambio. El BCE debe anunciar claramente que no aceptará nuevas alzas del euro", declaró.

Son declaraciones raras en un país donde la independencia del banco central es algo sagrado ya que en ella radica el secreto del éxito económico. Pese a los récords del euro, algunas empresas alemanas siguen siendo optimistas.

Así, la Federación del comercio al por mayor y de las exportaciones consideró que los exportadores alemanes son menos sensibles que otros a las fluctuaciones del mercado de cambio porque son imprescindibles en algunos sectores como por ejemplo las máquinas herramienta, muy vendidas en los países emergentes.

"Incluso con un euro a 1,50 dólares, la economía alemana podrá siempre exportar con éxito", declaró el presidente de la federación, Anton Borner.- (AFP)

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