lunes, 19 de noviembre de 2007

El banco británico Northern Rock pierde un quinto de su valor en Bolsa

LONDRES.- El banco británico Northern Rock se ha derrumbado hoy en el FTSE de Londres. La entidad ha perdido una quinta parte de su valor y sus acciones han tocado mínimos históricos después de haber anunciado que ha rechazado diversas ofertas que lo infravaloraban "significativamente".

Víctima de la reciente crisis hipotecaria desatada por los créditos 'subprime' en EEUU, Northern Rock tuvo que pedir hace dos meses varios préstamos de emergencia al Banco de Inglaterra para poder hacer frente a sus obligaciones, lo que motivó que sus clientes se agolparan en las sucursales para retirar sus fondos.

Las estimaciones nacidas de los datos del banco central británico sitúan el monto cedido por el organismo emisor en unos 25.000 millones de libras esterlinas (51.000 millones de dólares).

Han sido varios los interesados en comprar el Northern Rock. Una "variedad de alternativas" a las que todavía puede unirse alguna más antes de que finalice el plazo este viernes. Entre los potenciales oferentes están el grupo Virgin y un consorcio encabezado por el ex jefe de Abbey National, Luqman Arnold.

Además, el Gobierno británico ha decidido apoyar de forma activa las ofertas por el banco. El ministro de Finanzas afirmó estar dispuesto a "discutir cualquier propuesta", incluso aquellas que necesiten "un rol activo de las autoridades".

Sin embargo, el Tesoro británico no está tan convencido de esta idea. El organismo sostiene que los oferentes no deberían asumir un acuerdo crediticio con el Banco de Inglaterra para estas operaciones.

El papel asumido por las autoridades británicas ha sido comunicado a la Comisión Europea, que conoce todos los contactos habidos con el Northern Rock. Bruselas asegura que todavía no han notificado formalmente la ayuda, aunque el portavoz de Competencia, Jonathan Todd, recuerda que las operaciones de rescate están permitidas por la legislación europea si no se alargan más de seis meses, por lo que los préstamos británicos no podrían extenderse más allá de febrero de 2008.

En caso de superar ese plazo, las ayudas deben dirigirse a la reestructuración, incluido un plan de reorganización para su evaluación por las autoridades europeas de competencia.- (Agencias)

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