ESTRASBURGO.- La Comisión Europea ha pedido este martes revisar las reglas comunes en materia de seguridad para reforzar los poderes de agencias europeas como Europol o poder acceder a datos encriptados en investigaciones criminales; medidas que integrarán una estrategia "coordinada y valiente" para enfrentar en bloque las nuevas formas de amenaza del terrorismo o del crimen organizado cuando se "infiltran", por ejemplo, en los sistemas financieros o captan jóvenes vulnerables a través de Internet.
La vicepresidenta comunitaria responsable de Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia, Henna Virkkunen, y el comisario de Interior, Magnus Brunner, han presentado este martes en Estrasburgo (Francia) las líneas maestras de una 'hoja de ruta' llamada "Proteger la UE" con la que reforzar la seguridad en los próximos años, pero cuyas reformas en detalle están aún por desarrollar.
"Nuestro paisaje de seguridad ha cambiado radicalmente. Las amenazas ahora mismo son grandes, globales y cada vez se dan más online", ha dicho en una rueda de prensa Virkkunen, que ha enumerado ejemplos como las mafias organizadas o las amenazas híbridas, reforzadas por la desinformación, y los sabotajes a infraestructuras clave.
"Ningún Estado miembro puede enfrentarse a ello en solitario", ha avisado la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario, para explicar la necesidad de nuevas normas que permitan "anticipar, detectar, prevenir y responder" a todas las amenazas.
En este contexto, el Ejecutivo comunitario apuesta por reforzar el poder de las principales agencias europeas activas en un área, la de interior, fundamentalmente de competencia exclusiva de los Estados miembro.
Así, por ejemplo, Bruselas quiere revisar el mandato de la Agencia Europea de Cooperación Policial (Europol) para convertirla en un órgano "verdaderamente operativo" en investigaciones transfronterizas a gran escala y ante casos complejos que supongan una "amenaza grave" para la seguridad interior de la Unión.
Además de Europol, cuyo mando ya fue reforzado en 2022, Bruselas pide más poderes para otras como ENISA, Frontex o Eurojust.
Europol también deberá ser capaz de trabajar "más estrechamente" con otras agencias europeas como Eurojust o la Fiscalía Europea (EPPO, por sus siglas en inglés) para favorecer la cooperación y la aplicación de la ley, así como ofrecer a través de estos cuerpos más medios a los Estados miembro en la lucha contra el crimen organizado o el terrorismo, por ejemplo, con más recursos para el análisis forense digital, el descifrado, el procesamiento de datos o el uso operativo de tecnologías emergentes e innovadoras.
El comisario Brunner también ha evocado, en la presentación del programa en el pleno del Parlamento Europeo, la idea de una "nueva diplomacia para la seguridad" para que cada vez que la Unión Europea hable con países terceros "la seguridad esté sobre la mesa" de discusión y pueda condicionar, ha dicho, políticas como la de visados o la ayuda al desarrollo.
La Comisión Europea anuncia próximas reformas en materia de ciberseguridad y protección del menor frente a abusos, por ejemplo, y otras ideas como establecer un sistema para las comunicaciones críticas que permita el intercambio de información sensible entre autoridades de distintos países de la UE.
El Ejecutivo comunitario aspira, asimismo, a diseñar un nuevo marco legal sobre el acceso a datos encriptados que la vicepresidenta Virkkunen se ha comprometido a presentar "antes de que finalice el año", si bien ha evitado dar detalles del alcance de la propuesta porque primero los servicios comunitarios deben analizar "lo que es técnicamente posible".
En todo caso, ha dicho Virkkunen, el objetivo es contar con una base legal para el acceso a los datos "sin erosionar la ciberseguridad" y asegurando al mismo tiempo que se protege la privacidad y que el sistema es suficientemente seguro para evitar un "acceso no autorizado" a los contenidos.
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