BRUSELAS.- Las fuerzas nacionalistas europeas ganaron algo de terreno en las
elecciones al Parlamento Europeo, pero enfrentan una complicada tarea
para unirse detrás de objetivos comunes y convencer a otros partidos
para que se opongan a las políticas proeuropeas de la mayoría.
A la cabeza de ese esfuerzo está el italiano Matteo Salvini, cuya
Liga se ha convertido en la principal fuerza euroescéptica y busca
juntar a formaciones con mentalidades similares, aunque están repartidas
entre muchos grupos en el legislativo de la Unión Europea.
El
viceprimer ministro de línea dura dijo el lunes que aspira a agrupar a
150 legisladores y ya habló del asunto con el partido francés
Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, con el Partido del Brexit de
Nigel Farage y con el primer ministro húngaro, Viktor Orban.
Los
resultados provisionales conceden más de 170 escaños, o un 23% de los
751 miembros de la cámara, a partidos que estuvieron incluidos en grupos
euroescépticos en el anterior Europarlamento. Esto significa un aumento
desde el 20%, pero fue un avance menor al esperado por muchos.
El
impulso en pro de un bloque nacionalista es complicado por diferencias
en grandes asuntos como el asilo y las relaciones con Moscú.
No obstante, al menos uno de los tres grupos en que están divididos en la actualidad parecen a punto de desaparecer.
Tras
los malos resultados conseguidos por la mayoría de sus miembros, el
grupo Europa de la Libertad y la Democracia Directa (EFDD, por sus
siglas en inglés) -liderado por el Partido de la Independencia del Reino
Unido (UKIP) y la formación antisistema italiana Movimiento 5
Estrellas- tendrá problemas para alcanzar el umbral de siete partidos
nacionales necesario para formar un grupo en el Europarlamento.
En
otro posible impulso al plan de Salvini, el partido nacionalista
gobernante en Polonia Ley y Justicia (PiS), que milita actualmente en el
moderadamente euroescéptico grupo Conservadores y Reformistas Europeos
(ECR), dijo que está listo para hablar sobre una alianza con la Liga.
Aunque
el número de diputados euroescépticos parece insuficiente para bloquear
leyes en una cámara que seguirá dominada por fuerzas centristas y
liberales, los nacionalistas podrían hacer sentir su peso en algunos
asuntos con las alianzas adecuadas.
Orban, que con el 52% del
voto húngaro obtuvo 13 escaños en el Parlamento Europeo, parece cerca de
abandonar el Partido Popular Europeo, donde su partido ya fue
suspendido por preocupaciones sobre el estado de derecho en Hungría, y
acercarse a las fuerzas ultraderechistas.
Vox, el nuevo partido
de extrema derecha español, podría sumarse también al grupo de Salvini
en algunos asuntos, aunque las profundas divisiones entre las
formaciones nacionalistas ya les impidieron plantear un desafío serio a
los europeístas en la pasada legislatura.
Por ejemplo, los
nacionalistas del este de Europa se oponen a los llamados de Italia para
compartir a los solicitantes de asilo entre los estados de la UE, y el
PiS polaco desconfía de las amistosas relaciones de Salvini y Le Pen con
Rusia.
Asimismo,
en lo referente a la política económica, los euroescépticos tienen
visiones ampliamente diferentes, ya que Salvini pide más flexibilidad en
las reglas fiscales, algo que es recibido con frialdad por sus aliados
austriacos del FPO.
El avance de los euroescépticos se debe en
parte también al éxito del Partido del Brexit, que con 29 escaños es el
más grande en el nuevo Europarlamento. No obstante, es probable que solo
sea algo temporal, ya que los legisladores británicos deberán renunciar
cuando Reino Unido abandone la UE el 31 de octubre, a no ser que se
apruebe un nuevo aplazamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario