BUENOS AIRES.- Combativa, retadora,
sarcástica, coqueta, la expresidenta Cristina Kirchner partió aguas en
la política argentina entre quienes la admiran y aquellos que la
repudian. Y otra vez se coloca en el centro de la escena con su
sorpresiva decisión de postularse a la vicepresidencia.
Con 66
años, senadora desde 2017 y dos veces presidenta entre 2007 y 2015,
Kirchner, del peronismo de centroizquierda, es la figura política con
mayor intención de voto para las presidenciales del 27 de octubre, en
las que el mandatario liberal Mauricio Macri buscará la reelección.
Pero también es quien tiene el más fuerte nivel de rechazo
y, con una docena de causas judiciales abiertas en su contra por
presunta corrupción, la fórmula que anunció este sábado, en la que
acompañará como candidata a la vicepresidencia a su exjefe de gabinete
Alberto Fernández, luce como una apuesta astuta para unificar a la
disímil y fragmentada oposición peronista.
El anuncio tiene lugar
pocos días antes del inicio el martes del primer juicio oral en su
contra, en el que se le acusa de haber beneficiado a Lázaro Báez, un
empresario cercano a la familia Kirchner, con la adjudicación de obras
viales en la provincia de Santa Cruz (sur).
En total, la
exmandataria tiene 12 causas abiertas, cinco de éstas con pedido de
prisión preventiva, de la que se le exime por los fueros parlamentarios
que ostenta. En algunos de esos casos se indaga también a sus hijos
Máximo, quien es diputado, y Florencia, cineasta.
Viuda del expresidente Néstor Kirchner
(2003-2007), fallecido en 2010, el estilo de la pareja quedó registrado
como la marca "K", denominación con la que los argentinos se refieren
tanto al matrimonio como a sus simpatizantes, sean estos activistas,
jueces o empresarios.
Cristina se casó con Néstor Kirchner cuando
ambos eran aún estudiantes de Derecho en la Universidad de La Plata (a
unos 60 km de Buenos Aires). Desde entonces se mostraron como una pareja
indisoluble en la vida privada y pública.
Después de la muerte de
su marido, la expresidenta le ha puesto el nombre de Kirchner a una
central nuclear y a un importante centro cultural en la capital, entre
otros homenajes de partidarios en el país.
"Desde que nos
conocimos con Néstor nunca más nos separamos, siempre estábamos juntos",
dice en su libro "Sinceramente", presentado hace poco más de una semana
en la Feria del Libro de Buenos Aires y que ha alcanzado un récord de
ventas.
Militantes
del peronismo desde su época universitaria, Néstor y Cristina Kirchner
estuvieron detenidos durante 17 días en 1976, durante la dictadura
militar (1976-83).
A partir de ese episodio, se concentraron en el
estudio jurídico que montaron en la ciudad de Río Gallegos (sur), que
según el relato de la expresidenta fue muy exitoso y les dio la base de
su fortuna con la compra de más de 20 inmuebles en la Patagonia.
Pasada
la dictadura comenzó su carrera política. Néstor fue intendente de Río
Gallegos y luego gobernador de Santa Cruz. Cristina fue diputada y
también senadora por la misma provincia.
Finalmente, los dos
llegaron a la presidencia en un plan concertado. "Pensábamos en la
necesidad de asegurar en el tiempo un proceso político virtuoso de
transformación del país", refiere al explicar por qué después del primer
mandato de su marido lanzó ella su candidatura.
Su
gobierno se caracterizó por políticas proteccionistas y de programas de
asistencia social, con múltiples subsidios que engrosaron el gasto
público. Enfrentó a sectores poderosos, como los propietarios del campo,
los grandes medios de comunicación y las instituciones financieras
internacionales.
En esos años se acercó a los dirigentes de
izquierda que entonces gobernaban en Brasil, Ecuador, Bolivia y
Venezuela. En particular, Cristina Kirchner evoca con afecto a Fidel
Castro y a Hugo Chávez. También se precia de una relación cercana con el
papa Francisco, antiguo arzobispo de Buenos Aires.
Durante su
mandato, se aprobó el matrimonio igualitario y también una ley de
identidad de género, convirtiendo a Argentina en pionera en América
Latina. Pero no permitió que prosperase un debate sobre la legalización
del aborto.
Sin embargo, en 2018, dio su voto favorable en el Senado a una ley del aborto, que finalmente no fue aprobada.
"Yo
antes era una persona que decía 'no soy feminista, soy femenina'. ¡Qué
estupidez! ¡Qué inmensa estupidez y lugar común", ha comentado.
Hija
de un conductor de autobuses y un ama de casa, Cristina Kirchner es la
mayor de dos hermanas. Reivindica sus orígenes de clase media baja
aunque no esconde su preferencia por marcas de lujo ni su gusto por los
viajes.
De personalidad seductora e irascible, se ha especulado
sobre la posibilidad de que sea bipolar. Incluso, el Departamento de
Estado de Estados Unidos indagó sobre su salud mental y física, según
cables revelados hace una década por Wikileaks por los que luego
Washington se disculpó.
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