ARGEL.- El recién designado
presidente interino de Argelia, Abdelkader Bensalah, un hombre del viejo
aparato blanco de las protestas de los argelinos, se comprometió el
martes a organizar en 90 días "una elección presidencial transparente y
regular", a pesar de la oposición popular.
"Estamos obligados a
competir, ciudadanos, clase política e instituciones estatales, para
cumplir con las condiciones, todas las condiciones, de una elección
presidencial transparente y regular", dijo Bensalah en un discurso
televisivo, designado por el Parlamento una semana después de la
dimisión de Buteflika tras varias semanas de protestas.
En esta elección presidencial todos los argelinos serán
"garantes" de unos comicios que permitirán al pueblo "ejercer su
elección libre y soberana", agregó.
También se comprometió a organizar esta elección en 90 días, como está previsto en la Constitución.
El
hasta ahora jefe del senado fue nombrado una semana después de la
dimisión de Abdelaziz Buteflika, decisión conforme a la Constitución
pero contraria a lo que reclaman los argelinos que exigen el fin del
"régimen".
El parlamento, reunido en sesión plenaria, tomó nota de
la vacancia de la jefatura de Estado y nombró en el cargo por 90 días a
Bensalah, de 77 años, presidente del Consejo de la Nación (cámara alta
del Parlamento), y considerado un puro producto del "sistema".
El
martes a mediodía, miles de estudiantes argelinos bajaron a las calles
del centro de la capital para gritar "¡Bensalah, lárgate!" o "¡Fuera el
sistema!".
Por primera vez en siete
semanas de protestas, la policía usó gases lacrimógenos para intentar
dispersar a los manifestantes, según constataron periodistas.
También se utilizaron cañones lanza agua.
Pese a ello los estudiantes permanecieron ante el edificio de la Grande Poste, epicentro de movimiento de protesta en Argel.
El
expresidente Buteflika de 82 años, con una salud frágil desde el
accidente cerebrovascular sufrido en 2013, dimitió el 2 de abril tras 20
años en el poder, bajo la presión a la vez de la calle y del ejercito.
Desde el 22 de febrero
los argelinos se manifestaban para que no se presentara a un quinto
mandato en las elecciones que debían celebrarse en abril y que el
exmandatario acabó aplazando.
Una semana después de la salida del
poder de Buteflika, los diputados de la Asamblea Popular Nacional (APN,
cámara baja) y del Consejo de la Nación (cámara alta), fueron convocados
para nombrar a un nuevo presidente interino.
Abdelkader Bensalah, presidente del Consejo de la Nación desde hace casi 17 años, fue un hombre leal a Buteflika.
"Voy
a trabajar para concretar los intereses del pueblo" prometió Bensalah
ante el Parlamento. "Es una gran responsabilidad que me impone la
Constitución" agregó este hombre que ha sido diputado, embajador, alto
funcionario, senador y ha presidido las dos cámaras.
Los
argelinos habían vuelto a salir el viernes pasado a la calle para
rechazar cualquier implicación del entorno de Buteflika en la transición
política.
El principal partido islamista de Argelia, el
Movimiento de la Sociedad para la Paz (MSP), que fue durante tiempo
apoyo de Buteflika antes de romper con él en 2012, anunció el lunes que
boicotearía la sesión parlamentaria en la que se nombró presidente
interino a Bensalah, al ser "una posición contraria a las
reivindicaciones del pueblo".
Incluso el diario
gubernamental El Moudjahid, tradicional vector de los mensajes del
poder, sugirió el martes descartar a Bensalah de la presidencia
interina.
El problema es que el jefe del Estado mayor del
ejército, general Ahmed Gaid Salah, de facto el nuevo líder del país,
exige que la sucesión de Buteflika se haga en el marco estricto de la
Constitución.
El movimiento popular de protesta exige, por el contrario,
que se salga de ese marco y se implementen instituciones de transición
que permitan profundas reformas y elecciones libres.
"Ahí sí que
tenemos un verdadero problema. El ejército quiere que ello (la
transición) se haga en el interior de la Constitución, y la calle que
sea en el exterior de la Constitución. Si el ejército no flexibiliza su
posición, vamos hacia una ruptura" dijo Rachid Grim, profesor
de Ciencias Políticas en el Instituto superior de gestión y
planificación (ISGP) de Argel.
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