WASHINGTON.- El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo
que tenía la esperanza de que Estados Unidos enviaría una delegación a
Corea del Norte en las próximas semanas, después de que la reciente
cumbre entre el presidente Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong
acabara sin acuerdos.
La segunda cumbre entre los dos líderes la semana pasada en la
capital vietnamita, Hanoi, no produjo ningún acuerdo ni un plan
inmediato para organizar nuevas consultas.
“Tengo la esperanza,
aunque todavía no hay ningún compromiso, de que volveremos a hacerlo, de
que tendré un equipo en Pyonyang en las próximas semanas”, dijo Pompeo a
la Oficina de Agricultura de Iowa.
“Sigo trabajando para encontrar esos lugares donde hay un interés compartido”, agregó.
Las
dos partes dieron diferentes razones para el abrupto final de las
conversaciones sobre la desnuclearización en la península de Corea.
Trump
dijo el jueves que Corea del Norte quería que se levantaran las
sanciones en su totalidad, mientras que el ministro de Relaciones
Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong Ho, dijo que solo habían exigido
una relajación parcial a cambio del desmantelamiento de su principal
sitio nuclear en Yongbyon.
Sin embargo, las dos partes dejaron la
puerta abierta a nuevas conversaciones, y Trump destacó las ventajas
económicas para Pyonyang si renunciaba a sus armas nucleares.
Los
medios estatales norcoreanos, que en el pasado han usado una retórica
furibunda contra Trump y han culpado a Washington por las negociaciones
fallidas anteriores, informaron el martes de que Kim había regresado
después de un viaje “exitoso” a Vietnam.
No
mencionaron el colapso de la cumbre ni ningún desacuerdo entre los dos
líderes, en consonancia con la restringida cobertura que realizaron la
semana pasada.
Pompeo dijo durante la visita a Iowa que su equipo
ha estado tratando de convencer a Kim de que la seguridad de su país y
su Gobierno no se vería comprometida si abandonaba su programa de armas
nucleares.
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