KIGALI/NAIROBI.- En el África subsahariana, donde más de 600 millones de personas aún
carecen de acceso a la electricidad, la energía renovable que no está
conectada a la red se considera una de las maneras más rápidas de
obtener energía donde se necesita, sobre todo en áreas remotas y rurales
donde viven muchos africanos.
Sin embargo, los expertos afirman que hay un gran desafío: hay muy
pocos trabajadores formados capaces de planificar, instalar y mantener
sistemas de energía solar, eólica y otros sistemas de energía limpia.
En
Goma, una ciudad especialmente necesitada de energía, en el este de la
República Democrática del Congo, por ejemplo, “hemos tenido desafíos muy
importantes para encontrar gente con talento que sea muy capaz,
especialmente en el nivel de la alta dirección”, dijo Kweku Yankson,
directivo de recursos humanos en África para BBOXX, una empresa de
energía limpia que trabaja para ampliar los sistemas no conectados a la
red en 12 países desde Ruanda hasta Pakistán.
Por contra, Ruanda
tiene según Yankson una gran reserva de jóvenes talentos preparados para
el trabajo, pero sin embargo son relativamente pocas las personas
capacitadas en tecnología de energía limpia, dijo Yankson.
En
total, solo 16.000 personas están registradas como trabajadores en el
campo de la energía renovable en el África subsahariana, aparte de
Sudáfrica, según la Agencia Internacional de Energías Renovables
(IRENA).
Esta cifra supone solo el 0,1 por ciento de la mano de
obra de la energía renovable a nivel global, y menos que la cantidad de
personas que trabajan en energía eólica solo en el estado de Illinois,
Estados Unidos, según IRENA.
No obstante, ante la mayor demanda
de empresarios en energía renovable y de trabajadores para el ensamblaje
de productos, las ventas, la mercadotecnia, las finanzas y la propiedad
intelectual, se están comenzando a realizar esfuerzos para proporcionar
el talento necesario.
La
campaña Powering Jobs, lanzada en octubre en una conferencia
internacional sobre energía renovable no conectada a la red en Singapur,
tiene como objetivo capacitar a un millón de personas en todo el mundo
para 2025 con el fin de satisfacer la demanda de trabajadores de energía
renovable.
El esfuerzo, liderado por Power for All, una
organización que promueve un mayor uso de la energía descentralizada y
está respaldada por la Fundación Schneider Electric y la Fundación
Rockefeller, se centrará en dar formación en países donde los niveles de
acceso a la electricidad son muy bajos, explica Gilles Vermot
Desroches, director de desarrollo sostenible en Schneider.
El
impulso es parte de una campaña global más amplia con el fin de cubrir
los 4,5 millones de empleos cuya creación se prevé con la expansión de
la energía renovable fuera de la red para 2030, según estimaciones de
IRENA.
La expansión se centra en parte en lograr el objetivo
global de proporcionar acceso universal a energía asequible, fiable,
sostenible y moderna para el 2030.
En África, se están extrayendo
lecciones de la India, que ha formado a más de 30.000 instaladores de
energía solar en los últimos dos años como parte de un esfuerzo
respaldado por el Gobierno.
El país quiere capacitar a un total de 50.000 instaladores para el año 2022, según el Gobierno de India.
Uno
de los mayores problemas a los que enfrenta la expansión de la energía
renovable fuera de la red en África es que los sistemas deben
construirse y operarse en ubicaciones remotas, donde puede ser más
difícil atraer y retener personal, dijo Yankson de BBOXX.
Además,
incluso en países como Ruanda, donde un número creciente de compañías
multinacionales han capacitado a numerosos trabajadores jóvenes, “el
desafío más acuciante ha sido encontrar directivos con gran capacidad y
experiencia y encontrar directivos financieros experimentados”, dice.
En
Kenia, dijo Yankson, la dificultad es el coste: el talento cualificado
viene atraído por los salarios altos, gracias a la competencia por los
mejores trabajadores en Nairobi entre compañías y grupos sin fines de
lucro.
“La principal limitación a la que nos hemos enfrentado en Kenia ha sido el coste del talento”, dice.
Para
proporcionar una reserva más amplia de candidatos, BBOXX creó la
Academia BBOXX, una plataforma de aprendizaje online que ofrece cursos
profesionales, según Emery Nzirabatinya, exdirectivo de formación y
desarrollo de la empresa que ahora trabaja en Nairobi para una compañía
de audífonos de EEUU.
BBOX también ha iniciado un programa de futuros líderes en Kigali, según este directivo.
“El
programa busca graduados universitarios destacados que se someten a un
riguroso programa de desarrollo y exposición de un año de duración en
BBOXX”, dice Nzirabatinya.
Julienne Ayinkamiye, recientemente
licenciada en ingeniería civil en la Facultad de Ciencia y Tecnología de
la Universidad de Ruanda, es una de las dos primeras participantes en
el proyecto de liderazgo empresarial en Kigali.
Como parte del
programa, es responsable de ejecutar un proyecto piloto de iluminación
solar de BBOXX que se lanzará este año en Ruanda y después en toda
África, y ha trabajado en diferentes departamentos de la compañía.
El trabajo ha incluido la investigación de la satisfacción del cliente y el análisis de los competidores.
Ayinkamiye
opina que la capacitación la “ayudará a aumentar mis habilidades
analíticas, de gestión de proyectos y de gestión general”, y le dará a
BBOXX un mayor potencial de talento para contratar.
“Ahora estoy trabajando en proyectos reales que impactan las vidas de miles de hogares rurales en toda África”, dice.
La
búsqueda de trabajadores de energía renovable más capacitados se
produce en un momento en que un número cada vez mayor de países en
África intenta potenciar el uso de energía renovable fuera de la red.
Kenia
lanzó en diciembre una nueva estrategia nacional de electrificación que
incluye sistemas de energía renovable aislados, fuera de la red, como
parte esencial de la meta del país de lograr el 100 por ciento de acceso
a la electricidad para 2022.
Alrededor de tres cuartas partes de los kenianos tienen actualmente acceso a la electricidad, según el nuevo plan.
Parte
de la iniciativa de Kenia es un proyecto de acceso solar sin conexión a
la red que apunta a conectar a 1,3 millones de personas en 14 condados
especialmente mal atendidos, dijo Isaac Kiva, secretario de energía
renovable en el Ministerio de Energía de Kenia.
“Ahora
también estamos trabajando con nuestro sistema educativo para
desarrollar planes de estudio específicos para la energía solar con el
fin de desarrollar la capacidad necesaria”, dice.
En Ruanda, el
Gobierno está colaborando con universidades de Estados Unidos, incluida
Carnegie Mellon, y se está asociando con proyectos de aprendizaje en
internet para mejorar el acceso a la formación de cara a empleos de
energía limpia, según Nzirabatinya.
“Esto tendrá un impacto positivo en la preparación para el trabajo de la reserva de talento en Ruanda”, predice.
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