ESTRASBURGO.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha
reconocido este martes en el Parlamento Europeo que los últimos
acontecimientos económicos han sido "más débiles de lo esperado" y que
las "incertidumbres" relacionadas con factores globales "siguen siendo
notables", por lo que, a pesar de que el bloque comunitario ha superado
la crisis, "no hay espacio para la complacencia".
"Los recientes acontecimientos
económicos han sido más débiles de lo esperado y las incertidumbres,
principalmente relacionadas con factores globales, siguen siendo
notables. Así que no hay espacio para la complacencia", ha advertido
ante el pleno de la Eurocámara en un debate con motivo del informe sobre
la actividad del BCE en 2018.
El banquero italiano
ha defendido, en consecuencia, que todavía es necesaria "una cantidad
significativa de estímulos monetarios para impulsar el desarrollo de
factores que ejercen presión sobre los precios y la inflación nominal en
el medio plazo.
"Nuestras directrices sobre los tipos de interés clave,
junto con las reinversiones en la importante cantidad de activos que
hemos adquirido, continúa aportando el grado necesario de expansión para
que la inflación alcance nuestro objetivo", ha defendido.
Tras las intervenciones de los eurodiputados, Draghi ha explicado que
el consumo y la inversión siguen expandiéndose y que las exportaciones
son menores pero todavía "buenas". Estos hechos, sin embargo, se dan en
un escenario con tasas de crecimiento económico "cada vez más bajas".
El presidente del BCE ha subrayado que esto se debe tanto a factores
temporales o de carácter nacional como a "causas permanentes" que "se
van a quedar". En cualquier caso, ha afirmado que se trata de una
"ralentización" del ciclo económico que "no lleva a una recesión", pero
puede ser "más larga de lo esperado".
Su duración, ha
apuntado, depende de los "factores originales" que hay detrás y que a
su juicio son principalmente las "incertidumbres geopolíticas"
relacionadas con aquellas posturas que "cuestionan el orden construido
tras la Segunda Guerra Mundial", están relacionadas con el Brexit, las
tensiones comerciales con China o la oposición al multilateralismo.
El presidente del BCE ha pronunciado estas palabras en su segundo
discurso del día ante el pleno del Parlamento Europeo. Por la mañana
había participado en una sesión solemne para celebrar los 20 años de la
moneda única, en la que también han intervenido su predecesor en el
cargo, Jean-Claude Trichet, el presidente de la Comisión Europea,
Jean-Claude Juncker, y el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, entre
otros.
El eurodiputado del PP y responsable del
informe sobre el BCE que se someterá a votación este miércoles, Gabriel
Mato, ha destacado que el BCE "está cumpliendo con su mandato". En
concreto, ha destacado que la inflación se mantendrá en los próximos
años en el 1,7% y que ha mejorar el crédito al sector privado.
No obstante, Mato ha pedido "ser cautos" por la "incertidumbre" que
está provocando "el resurgir de populismos", el Brexit y el
proteccionismo, y ha pedido a Draghi "mayor acción" para garantizar que
su política monetaria "logre el objetivo de reestablecer el crédito a la
economía real", especialmente a pymes, y beneficie a toda la sociedad.
El eurodiputado 'popular' ha subrayado también que el BCE "no puede
solucionar los problemas estructurales" de los países porque sus medidas
son "de carácter transitorio" y sirven para "dar tiempo a los Estados
miembros para que puedan consolidar su situación fiscal".
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