LONDRES.- Standard & Poor's cree que la economía española
crecerá este año el 2,3 %, una décima más de lo que calcula el Gobierno,
y, aunque teme que el objetivo de recorte del déficit recogido en los
Presupuestos no se cumplirá, mantiene su intención de revisar al alza en marzo la calificación crediticia de España.
La
agencia de calificación ha presentado este miércoles sus perspectivas
para este año en la zona euro, donde prevé una subida de tipos para
septiembre, por primera vez desde 2011, y para la que estima un
crecimiento del 1,6 % en 2019.
Según sus cálculos, todos los
grandes países de la zona euro crecerán a menos del 2 % con la única
excepción de España, donde descarta que la crisis catalana vaya a tener
un impacto significativo en la economía.
"En general 2019 va a ser un año más complejo e interesante que 2018",
ha resumido Leandro de Torres, analista de S&P especializado en el
ámbito corporativo, debido al fin del ciclo expansivo del crédito y a
una "desaceleración gradual y ordenada", aunque descarta absolutamente
una recesión a corto plazo, porque "no se ven grandes desequilibrios".
Aunque
Marko Mrsnik, director senior de calificaciones soberanas de S&P,
prevé que los tipos europeos vayan a subir en un cuarto de punto en
septiembre, también ha advertido de que el Banco Central Europeo (BCE)
"no tiene prisa en subirlos y ha dicho que están preparados para cambiar
su política monetaria si se materializan los principales riesgos", con
las tensiones comerciales internacionales como "el más relevante" de
ellos.
En cuanto al "brexit", "que el Gobierno (británico)
haya sido derrotado no es ninguna sorpresa, estaba descontado, pero en
las próximas semanas aumenta el riesgo de una salida sin acuerdo, que sí
podría derivar en una bajada del rating" de ese país, ha advertido.
Para
España, S&P prevé un crecimiento para este año del 2,3 % y del 2,1 %
para 2020, gracias al impulso de las inversiones y de la creación de
empleo (aunque a un ritmo cada vez más lento) y la subida de los
salarios, aunque lastrarán otros factores como una tasa de ahorro que
está en mínimos históricos.
S&P da por descontado que el
objetivo de reducción de déficit del 1,3 % del PIB incluido en los
Presupuestos recién presentados por el Gobierno no se logrará, aunque
aún no ha calculado cuál será la desviación.
Sobre el escenario
que buscaba el PSOE de que el déficit quedara en el 1,8 % S&P había
calculado una desviación de tres décimas, hasta el 2,1 %.
Respecto
a la reciente subida del salario mínimo de más del 20 %, los analistas
de S&P apuntan que no es un hecho aislado de España y que ayudará a
estimular el consumo, aunque no descartan que vaya a afectar a la
creación de empleo, en un mercado donde el paro "sigue siendo un desafío
pendiente muy importante", aunque se haya reducido en más de 10 puntos
desde 2013.
Ello demuestra, según Mrsnik, que "el esfuerzo de las administraciones en políticas activas no ha sido suficiente".
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