domingo, 9 de julio de 2017

Protesta multitudinaria en Estambul contra la represión tras el golpe

ESTAMBUL.- Cientos de miles de personas se reunieron en Estambul el domingo para recibir a los participantes de una marcha de la oposición que comenzó hace 25 días y se ha convertido en la mayor protesta contra el gobierno tras el golpe militar fallado de julio del año pasado. 

    Ondeando banderas turcas y pancartas con la palabra "Justicia" en rojo y blanco, los manifestantes escuchaban a Kemal Kilicdaroglu, principal líder de la oposición, al terminó de su marcha de 425 kilómetros desde Ankara.
Kilicdaroglu, jefe del Partido Popular Republicano (CHP), partió de la capital turca a mediados de junio para protestar contra el encarcelamiento del miembro de su partido, Enis Berberoglu, condenado a 25 años por cargos de espionaje.
Berberoglu fue el primer parlamentario de CHP en ser encarcelado en la purga que siguió al golpe militar fallido del año pasado contra el gobierno del presidente Tayyip Erdogan.
Alrededor de 50.000 personas han sido detenidas y 150.000, incluyendo maestros, jueces y soldados, suspendidos.
    Kilicdaroglu dijo el viernes que sus tres semanas de marcha ayudaron a sus compatriotas a quitarse el miedo después que se impusiera el estado de emergencia tras el golpe fallido.
Caminando alrededor de 20 kilómetros por día, el político de 68 años, ganó inicialmente pocos partidarios. Tras cinco días y 100 kilómetros, sólo unas 1.000 personas se sumaban a su marcha.
Pero en los últimos días de su marcha, sus seguidores se han multiplicado. A la protesta se han sumado también otros partidos de la oposición, incluyendo el partido pro kurdo PDH.
    El domingo, Kilicdaroglu dijo a sus seguidores que iba a recorrer el tramo final en solitario, pero miles de personas se siguieron cantando: "Derechos, Leyes, Justicia".
    Erdogan criticó a Kilicdaroglu cuando inició su protesta, diciendo que la justicia debería buscarse en el Parlamento, no la calle.
El presidente turco comparó a los manifestantes con los golpistas y advirtió que podrían enfrentar cargos ante los tribunales.
No obstante, se permitió que la marcha continuara a pesar del estado de emergencia. 15.000 policías fueron desplegados por la manifestación, según un despacho de la agencia de noticias estatal Anadolu, citando al gobernador de Estambul.
Los grupos de derechos humanos y críticos del gobierno de Erdogan, incluyendo el partido de Kilicdaroglu, dicen que Turquía sigue una deriva autoritaria tras el golpe fallido. El gobierno, por su parte, dice que la política de mano dura es necesaria debido a las enormes amenazas de seguridad que enfrenta.

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